A medida que el clima mundial se calienta y las sequías y la escasez de agua se vuelven más comunes, los agricultores luchan por producir suficientes alimentos. Los agricultores todavía se están adaptando, pero usted también puede ayudar.
Durante décadas, los agricultores han buscado conservar el agua en la agricultura, centrándose en mejorar la eficiencia del riego. Esto incluyó la reducción de la práctica del riego por inundación, donde el agua fluye a través de zanjas entre hileras de plantas. En cambio, muchos agricultores están adoptando métodos más precisos para llevar agua a las raíces de las plantas, como aspersores y sistemas de goteo.
En los últimos años, los formuladores de políticas, los investigadores y los consumidores han comenzado a examinar más de cerca las oportunidades para conservar agua durante todo el proceso de cultivo, envío, venta y consumo de alimentos. Trabajando con colegas, hemos identificado varias formas clave de reducir la cantidad de agua utilizada en la agricultura, algunas de las cuales involucran directamente a los agricultores, pero dos de ellas cualquiera puede seguirlas, para reducir la cantidad de agua utilizada para cultivar los alimentos que comen.
Algunos trabajos para agricultores.
Los agricultores pueden adaptar los cultivos a las condiciones locales del suelo, el agua y el clima para reducir la presión sobre los recursos escasos y hacer que la producción de alimentos sea más sostenible a largo plazo. Esto podría incluir reducir la cantidad de alfalfa y otros cultivos de heno utilizados para alimentar al ganado, o reemplazar el trigo y el sorgo y plantar maíz y patatas.
El estado del suelo también es importante. Muchos agricultores se centraron en la productividad a corto plazo, dependiendo de los fertilizantes o la labranza frecuente para aumentar los rendimientos de una temporada a la siguiente. Pero con el tiempo, esas prácticas desgastan el suelo, haciéndolo menos fértil y menos capaz de retener agua.
El suelo no es sólo una superficie sobre la que crecen las cosas. Es un sistema vivo que puede desarrollarse y alimentarse o agotarse. Prácticas como plantar cultivos de cobertura fuera de temporada para proteger el suelo, reducir la labranza, aplicar abono y rotar diferentes tipos de cultivos pueden ayudar al suelo a retener más agua y sustentar los cultivos incluso durante la sequía.
Elección para los consumidores
La adaptación de las prácticas agrícolas sólo aborda una parte del esfuerzo de conservación del agua. A medida que los cultivos crecen en los campos, pasan a través de una vasta red de procesadores, distribuidores, supermercados y hogares antes de ser consumidos, desperdiciados o perdidos. En cada eslabón de esta cadena, las elecciones de los consumidores determinan cuánta agua agrícola se ahorra en última instancia.
Las preferencias alimentarias de las personas, en particular, desempeñan un papel importante en el uso del agua en la agricultura. Se necesita mucha más agua para producir carne que para cultivar alimentos de origen vegetal.
Per cápita, los estadounidenses consumen casi tres veces la cantidad promedio mundial de carne cada año.
Si bien eliminar completamente la carne no es el objetivo de todos, incluso cambios modestos en la dieta, ya sea reducir el consumo general de carne o elegir proteínas que utilicen menos agua para producirse, pueden aliviar la tensión. Se necesitan alrededor de 1.800 galones de agua para producir una libra de carne de res, en comparación con alrededor de 500 galones por libra de pollo.
Reemplazar la carne entera con cantidades equivalentes de alimentos vegetales con perfiles nutricionales comparables podría reducir el uso promedio de agua relacionado con los alimentos en casi un 30%. Incluso reemplazar una pequeña cantidad de carne con alimentos de origen vegetal o carnes que requieran menos agua puede marcar la diferencia.
Si bien una comida puede parecer insignificante, cuando se multiplica en millones de hogares, estas opciones se traducen en importantes ahorros de agua.
¿Cuánta agua se necesitó para cultivar toda esta comida desperdiciada? Sara Reingevirtz/MediaNevs Group/Los Angeles Daily News vía Getty Images Otra oportunidad para salvar
Quizás la medida más sencilla y poderosa que la gente pueda tomar para ahorrar el agua utilizada en la agricultura sea reducir el desperdicio de alimentos.
En Estados Unidos, el 22% de todo el uso de agua está relacionado con la producción de alimentos que terminan sin consumirse.
En los países en desarrollo, las pérdidas a menudo ocurren debido al almacenamiento y transporte limitados, pero en países de altos ingresos como Estados Unidos, la mayor parte de los desechos se producen en los niveles minorista y doméstico. En Estados Unidos, los hogares por sí solos representan casi el 50% de todo el desperdicio de alimentos en todo el país.
Esto crea una gran oportunidad para que todos contribuyan a la conservación del agua. Comprender el agua contenida en diferentes alimentos puede hacer que las personas sean más cuidadosas con lo que termina en la basura.
Y además de sentirse bien por ayudar al medio ambiente, también hay una recompensa financiera: tirar menos comida también significa ahorrar dinero gastado en alimentos que de otro modo se desperdiciarían.
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