Acuerdo histórico con las sombras: Gibraltar, entre cooperación y tarea simbólica

Periodista ANASTACIO ALEGRIA
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Se llegó al acuerdo político entre España, el Reino Unido y la Comisión Europea sobre el futuro de Gibraltar, antes y después de la relación entre este enclave con Europa. Después de años de negociaciones con Brekit, esta alianza prevé la eliminación de la puerta que separa la línea del concepto (Cádiz) de la roca, la inclusión parcial de Gibraltar en el área de Schengen y suprimiendo los controles y bienes humanos.

Además de los gestos simbólicos, esta comprensión hace consecuencias legales, económicas y políticas que España no puede permitirse ignorar.

Para muchos españoles, especialmente en la región andaluza de Campo de Gibraltar, la noticia tiene un tono de alivio. Entre 10,000 y 15,000 trabajadores cruzados, en su mayoría españoles, dependen de la fluidez de los pasos para mantener su trabajo y su calidad de vida. La demolición de las barreras físicas, la armonización fiscal y la cooperación judicial prometen una mayor integración y quizás, prosperidad para una de las regiones que a menudo castigaban el desempleo estructural en Andalucía.

El acuerdo también incluye fondos de capacitación europeos, el medio ambiente y la cohesión social, que podría traducirse en mejoras tangibles cortas.

Falta de seguridad

Desafortunadamente, no todo es seguro. El texto aún no se ha traducido a un contrato legalmente vinculante que deja varios elementos clave abiertos a la interpretación y posible lento. ¿Qué tipo de impuesto finalmente se aplicará en Gibraltar? ¿Cómo se garantizará la competencia leal en el comercio, especialmente en sectores sensibles, como el tabaco y los servicios financieros? ¿Qué papel jugará en el control del aeropuerto cuya soberanía estaba buscando décadas?

El gobierno español, que ha estado defendiendo la fuerte posición sobre la soberanía del pene durante años, ahora es un acuerdo como logro diplomático. Según el Ministro de Asuntos Exteriores, José Manuel Albares, España, tomará el control del acceso al espacio de Schengen, mientras que la policía Gibraltaren mantendrá sus funciones en el territorio.

En la práctica, los pasajeros que llegan al puerto o en el aeropuerto de Gibraltar deben ser sometidos a las autoridades españolas, responsables de garantizar la entrada al área de Schengen, que administra los procedimientos internos en nombre del Reino Unido en nombre del Reino Unido. La cooperación en seguridad y justicia entre ambas partes también se fortalecerá en este nuevo marco.

Pero esta fórmula, aunque funcional, puede verse como una tarea política. Para los sectores más conservadores del Reino Unido, el hecho de que los ciudadanos británicos necesiten mostrar su pasaporte a la policía española para ingresar a su “propio territorio” es la humillación.

En España, ciertos sectores ven el pacto como una renuncia simbólica de acuerdo con el requisito de plena soberanía en el territorio. Aunque el acuerdo declara que no afecta las actitudes legales apropiadas de Londres y Madrid, en la práctica, la soberanía común de facto se configura, sin resolver completamente conflictos históricos.

La desaparición de la cerca, convertida en un símbolo de conflicto durante décadas, tiene una fuerte carga emocional. Pero no debemos perder de vista el acuerdo surge en un contexto más amplio de redefinición de límites, flujos de migración y poderes entre países de Europa.

Por lo tanto, Gibraltar se convierte en un laboratorio político: es formalmente UE, pero está funcionalmente integrado en varias estructuras clave. En este híbrido legal, España tiene un impacto operativo, pero también se carga con responsabilidades adicionales.

El acuerdo tampoco resuelve el futuro uso civil y comercial del aeropuerto de Gibraltar, construido en Ithmu cuya soberanía España nunca ha reconocido. El gobierno británico enfatizó que sus instalaciones militares permanecerán bajo el control exclusivo del Reino Unido, un punto que cuida a Madrid por las implicaciones estratégicas que pueden ser nacidas durante la tensión geopolítica internacional.

El pacto aún debe ser ratificado

El pacto debe ser ratificado por el parlamento europeo y británico. Ser un instrumento mixto, que incluye decisiones sobre límites externos (espacio de Schengen), impuestos, cooperación y seguridad judiciales, también requiere la aprobación del Congreso de MPS y el Senado español. Esto se debe a que el acuerdo no se limita exclusivamente para cuestiones comerciales o técnicas que administraron directamente la Unión Europea, pero afecta directamente a las competencias soberanas y estratégicas de España.

La eliminación física de la cerca no implica la desaparición general de los controles, sino que también se transfiere a puertos y aeropuertos a través del sistema común de español-Gibraltaren.

En resumen, el Acuerdo de Gibraltar es un logro técnico y el acto de pragmatismo diplomático. Pero su ejecución conduce a una serie de dilemas estructurales para nuestro país: cómo combinar la soberanía, la integración y la cooperación sin legitimidad o eficiencia. El tiempo dirá si se trata de una solución estable o más parches en la frontera que será invisible, aún políticamente.


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