La gestión financiera de los ingresos es el aspecto central de la economía y el bienestar familiar. La decisión de ahorro e inversión está condicionada por factores como la edad, el ciclo de vida, el nivel de educación, la estabilidad de ingresos y las aversiones al riesgo. Este último factor es el que determina qué instrumento financiero se adapta mejor a cada inversión, dada la relación financiera entre riesgo y rentabilidad.
Cuidado e inversión del comportamiento.
Gran parte de la riqueza de los hogares españoles se concentra en activos inmobiliarios. Esta estrategia, que mucha gente comprende, limita la disponibilidad de propiedad (liquidez). El Banco de España señala que la base de los activos líquidos son la mayoría de familias de depósitos bancarios y cuentas de ahorro.
La mayoría prefirió asignar sus recursos financieros con productos de bajo riesgo, queriendo preservar su capital, asegurar liquidez y planificar su jubilación. Sin embargo, la proporción entre los activos líquidos y los de mayor rentabilidad depende de la antigüedad:
Jóvenes (20-39 años): Si bien prefieren instrumentos de alta liquidez (depósitos o cuentas indicadas) deberían incrementar anticipadamente su participación en productos de ahorro para el retiro como planes de pensiones.
Edad media (40-59 años): tienden a diversificar sus carteras de inversión, combinando vivienda, bonos estatales, seguros de ahorro y fondos mixtos conservadores. Esta fase concentra los esfuerzos para acumular riqueza y planificar costos futuros (educación, jubilación).
Pensionistas (60+ años): Estudios recientes sobre el envejecimiento y las inversiones seguras indican que los hogares retirados priorizan y minimizan su exposición al riesgo. Por ello, sus inversiones se concentran en inversiones de muy bajo riesgo, maximizando la liquidez y la estabilidad de los ingresos. Los depósitos, los bonos públicos de corto plazo y las anualidades son instrumentos clave para ellos.
Productos financieros con menor riesgo
Cuentas de Ahorro: Le permiten ahorrar dinero y lo tiene disponible según sea necesario. Algunas ofrecen pequeñas rentabilidades y normalmente no tienen comisiones si se cumplen ciertos requisitos.
Las cuentas cotizadas: similares a las cuentas de ahorro, tienen una rentabilidad más competitiva a cambio de determinadas condiciones (como domiciliación de ingresos o límite máximo de saldo actualizado).
Depósitos populares: Se asigna la cantidad de dinero en un tiempo determinado, a cambio de la devolución acordada. El dinero está congelado hasta el vencimiento, pero suelen ofrecer mayores intereses de órdenes anteriores.
Planes de pensiones: Permiten ahorrar para la jubilación, con beneficios fiscales. El dinero invertido no está disponible para la jubilación o en situaciones excepcionales (y muchas veces con penalización).
Seguro de Ahorro: La guarda entrega la cantidad de dinero, denominada Prima, al asegurador por el plazo previamente acordado, sin posibilidad de recuperarla antes del vencimiento. Al final del plazo, obtienes la prima y posibles rentabilidades garantizadas. Si muere, el principal y los intereses se transfieren a sus herederos.
Renta Vitalicia La Renta Vitalicia es un seguro por el cual se recibe capital y, inmediatamente o después de un tiempo determinado, ingresos mensuales inseguros hasta el fallecimiento, que paga la compañía de seguros.
Productos financieros de riesgo medio
Fondos de inversión: invierten en activos variables (acciones) o renta fija (deuda pública y privada). Ofrecen algo más de rentabilidad, pero también una mayor exposición a las fluctuaciones del mercado.
Para reducir el riesgo, los fondos gestionados pasivamente intentan replicar, y no derrotar, el desempeño de algunos índices de referencia. Para ello, construyen su cartera de inversiones con los mismos valores y la misma proporción que el índice.
Productos financieros de alto riesgo
Gestionar activamente fondos de inversión, donde los gestores deciden en qué valores invertir, buscando una mayor rentabilidad a cambio de un mayor riesgo.
Cartera propia de acciones, bonos, materias primas, fondos crípticos, etc.: En este caso, el inversor compra directamente valores en el mercado, formando su propia cartera.
Promoción de la estabilidad financiera
Las decisiones de ahorro e inversión familiares afectan fuertemente el ciclo de vida. La aversión al riesgo aumenta con la edad, el movimiento de la cartera según instrumentos de menor riesgo y la inestabilidad. La vivienda es predominantemente para familias de mediana edad, mientras que para los jubilados la seguridad y la liquidez son prioridades.
La promoción de la estabilidad financiera intergeneracional, las políticas públicas y los programas de educación financiera deberían promover el ahorro sistemático y la planificación de las pensiones desde la herida.
Descubre más desde USA Today
Suscríbete y recibe las últimas entradas en tu correo electrónico.

