Si pasa algún tiempo en las redes sociales o sigue comentarios políticos, es posible que haya escuchado advertencias de que Canadá está en camino de volverse tan polarizado políticamente como Estados Unidos.
Pero, ¿hasta qué punto estamos realmente divididos?
Nuestra investigación sugiere una imagen más matizada y positiva. Aunque los canadienses no son inmunes a la animosidad partidista, nuestras divisiones son mucho menos intensas que en Estados Unidos. Los canadienses expresan niveles moderados tanto de polarización afectiva como de una hostilidad más profunda conocida como sectarismo político.
Medir la animosidad partidista
La polarización afectiva se refiere a la brecha en los sentimientos de las personas hacia aquellos con quienes están de acuerdo y aquellos que están en el lado opuesto. No se trata de diferencias en política, sino de sentimientos de calidez u hostilidad.
En Estados Unidos, la polarización afectiva, en particular el disgusto hacia quienes tienen puntos de vista opuestos, ha aumentado marcadamente durante la última década. Esa división socava la confianza, la cooperación y las normas democráticas.
Los investigadores han ampliado el concepto para incluir el sectarismo político: “la tendencia a adoptar una identificación moralizada con un grupo político y contra otro”. Cuando las identidades políticas crean adversarios morales, el compromiso entre partidos parece traición y la democracia se ve amenazada.
Manifestantes violentos leales al entonces presidente Donald Trump asaltan el Capitolio de Estados Unidos el 6 de enero de 2021. (Foto AP/John Minchillo) Animosidad partidista en Canadá
Para investigar la polarización afectiva y el sectarismo político en Canadá, colaboramos con el Centro Canadiense de Investigación Social y Aplicada (CHASR) de la Universidad de Saskatchewan para encuestar a una muestra representativa a nivel nacional de 2.503 canadienses en el verano de 2024. Las encuestas representativas son poco comunes en Canadá, y esta encuesta política es la primera en medir el sectarismo.
Les pedimos a los encuestados que identificaran su ideología política en una escala de cero (extremadamente de izquierda) a 10 (extremadamente de derecha); Moderado por los cinco elegidos. También preguntamos qué tan cálida es la gente con los canadienses de izquierda y de derecha. Luego preguntamos en qué medida estaban de acuerdo con las declaraciones que cubren las tres dimensiones del sectarismo político:
1. Aversión: sentimiento negativo hacia la otra parte.
2. Othering: ver el otro lado como incomprensible
3. Moralización: confiar en la otra parte es inmoral
Los resultados pintan un panorama mixto.
Sentimientos sobre el ‘exogrupo’
Los canadienses muestran una polarización afectiva moderada: tanto los canadienses de izquierda como los de derecha sienten más calidez hacia su “dentro del grupo” que hacia su “exogrupo”. Estas calificaciones se miden utilizando las puntuaciones del termómetro de sentimientos, que pregunta a los encuestados qué tan cálido o frío se sienten hacia cada grupo en una escala de 0 a 100. Aunque la diferencia de calidez entre el endogrupo y el exogrupo es significativa, el tamaño de la división es mucho menor que en los EE. UU.

Los encuestados calificaron cuán “cálidos” o “fríos” se sienten hacia las personas que comparten su orientación política (dentro del grupo) y hacia aquellos del lado opuesto (exogrupo). Los valores más altos indican sentimientos más positivos. Tanto los canadienses de izquierda como los de derecha sienten más calidez hacia su propio grupo que hacia su exogrupo. (Sofía Dimitrakopoulus)
Los canadienses de izquierda expresan una aversión más fuerte por la derecha que los canadienses de derecha por la izquierda. Esta misma asimetría existe en otros países y puede explicarse por diferentes percepciones de amenaza social y moral.

Niveles promedio de los tres componentes del sectarismo político: (1) Aversión (repulsión hacia el exogrupo), (2) Otredad (ver al exogrupo como socialmente distante) y (3) Moralización (ver al exogrupo como inmoral o malo). Las puntuaciones más altas reflejan juicios negativos más fuertes. Aunque existe aversión, especialmente entre los encuestados de tendencia izquierdista, pocos canadienses se muestran moralizantes. (Sofía Dimitrakopoulus)
Hay un nivel de sectarismo político de bajo a moderado en Canadá. Los canadienses de izquierda expresan una “repulsión” moderada, pero pocos canadienses piensan que la otra parte es inmoral. Tanto la derecha como la izquierda tienen niveles moderados del otro. En resumen, las diferencias políticas en Canadá son reales, pero no se han convertido en odio y deshumanización.
¿Quién tiene más probabilidades de estar polarizado?
Descubrimos que las personas del lado izquierdo estaban más polarizadas que las personas del lado derecho, pero por lo demás, no encontramos grandes diferencias entre la mayoría de los grupos.
Los partidarios del NDP, el Partido Conservador de Canadá y el Partido Popular son los más polarizados. Aproximadamente una quinta parte de los canadienses no están afiliados, lo que podría explicar por qué los dos partidos de derecha están más polarizados que el Partido Liberal, pero la izquierda en general está más polarizada que la derecha.
Los canadienses de mayor edad están más polarizados que los canadienses más jóvenes, y los canadienses del Atlántico están menos polarizados que los residentes de Alberta. Por lo demás, no encontramos evidencia de que la polarización difiera según el género, la raza/etnicidad, el nivel educativo, la identidad sexual o si uno vive en un área rural o urbana.
La gente pasa junto a un cartel que desprecia al primer ministro Mark Carney mientras hacen fila para asistir a un mitin de Pierre Poljevre en Oakville, Ontario, en abril de 2025. CANADIAN PRESS/Laura Proctor
La democracia depende de la capacidad de los ciudadanos para tolerarse y respetarse mutuamente a pesar de las divisiones políticas y sociales. La animosidad partidista puede socavar esa tolerancia, reduciendo la confianza en las instituciones y los conciudadanos.
El hecho de que Canadá siga estando moderadamente polarizado y exhiba un sectarismo político de bajo a moderado es esperanzador. Pero también vemos áreas de preocupación: el mayor disgusto de la izquierda hacia la derecha; un mayor nivel de “repulsión” hacia la izquierda; y polarización moderada entre los partidarios del NDP, el Partido Conservador y el Partido Popular.
Esas divisiones podrían profundizarse con el tiempo, especialmente si los algoritmos de las redes sociales, los medios partidistas o los líderes políticos premian la ira por encima de la comprensión.

El primer ministro canadiense, Mark Carney, baila con la banda canadiense Down With Webster mientras tocan en vivo en la sede de la campaña después de que el Partido Liberal ganó las elecciones generales canadienses en Ottawa el 29 de abril de 2025. THE CANADIAN PRESS/Sean Kilpatrick Mirando hacia el futuro
Sin embargo, las presiones que han intensificado la polarización en otros lugares también existen en Canadá: un clima hostil en el parlamento y una creciente brecha en las opiniones sobre cuestiones sociales entre la izquierda y la derecha políticas. El desarrollo de estas fuerzas dependerá de cómo los representantes electos, los medios de comunicación y los ciudadanos decidan involucrar a quienes piensan diferente a ellos.
Por ahora, la historia de polarización de Canadá es de precaución, no de crisis. Nuestras diferencias políticas son reales, pero aún no nos han dividido profundamente. Esa ventaja es frágil, pero vale la pena protegerla.
Sophia Dimitakopolous, estudiante de pregrado de la Facultad de Ciencias de la Universidad de Columbia Británica, contribuyó a este artículo.
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