El lenguaje es uno de los logros más fascinantes del desarrollo humano. Comienza con un gesto simple, como un golpe con los bebés, y en unos pocos años desarrolla miles de palabras y reglas gramaticales que permiten la comunicación de ideas complejas, tanto por vía oral como por escrito.
Dada su enorme complejidad, el aprendizaje de idiomas es uno de los mayores desafíos durante la infancia. Por lo tanto, la biología brinda a los niños en mecanismos congénitos para absorber y procesar el lenguaje de su entorno.
A Lire Aussi: De la sonrisa a la gesticulación: un bebé así comienza a hablar
Sin embargo, no todos los niños están progresando al mismo ritmo o de la misma manera, lo que generalmente incluye alarmas. Cuando un niño representa un peor diccionario o dificultad para aprender palabras, se evaluó un posible déficit. Estas evaluaciones se centran en ciertas áreas del lenguaje (como fonología, sintaxis o semántica) para identificar diferencias en su desarrollo.
Pero estas evaluaciones, excepto en casos obvios, no siempre ofrecen conclusiones claras. Además, a menudo no se implementan hasta el período primario (desde 6 años), que consume un momento muy valioso para fortalecer la base del lenguaje.
Funciones ejecutivas en la primera infancia
Los expertos son más difíciles de encontrar causas que expliquen estas diferencias. Cada vez más estudios muestran que ciertos mecanismos cognitivos, llamados “funciones ejecutivas”, juegan un papel clave en el adquisición del lenguaje, independientemente de si un niño no recibe un diagnóstico posterior.
Las funciones “ejecutivas”, a pesar de lo que podría indicar su nombre, no son las habilidades del niño para usar y maletín, sino posibilidades esenciales para filtrar la información ambiental, procesarla y traer decisiones apropiadas. Son básicos en muchos aspectos de la vida y, especialmente en preescolar, muestran una conexión centelleante con el desarrollo del lenguaje.
¿Cuáles son los más importantes y cómo influir?
Memoria de trabajo y trabajo
Dos funciones ejecutivas básicas para el desarrollo del lenguaje son el trabajo y la memoria de trabajo. El primero es para el mantenimiento del enfoque y garantizar que el estímulo externo se procese adecuadamente en nuestra mente. Otro sirve para manipular mentalmente la información que ingresa al sistema.
La fonología (sonidos de manera diferente y manipulación) y la semántica dependen del niño puede identificar secuencias de sonido precisas y conectarlas con objetos o conceptos y, por lo tanto, y, por lo tanto, dependen mucho de la atención y la memoria laboral.
Cuanta más atención y recuerdos, el niño tendrá que reconocer con precisión los sonidos que componen las palabras. También para recordar sus secuencias correctas o con qué instalaciones están conectadas en el entorno. En consecuencia, pueden usar mejor estas habilidades lingüísticas para comunicar información.
Inhibición y auto-rolla
Otra función ejecutiva básica es la inhibición o la capacidad de auto-manejo, evitar respuestas impulsivas e ignorar los estímulos ambientales irrelevantes. En una edad temprana, la inhibición se asocia con la capacidad de producción morfosinal de lingüística y de lenguaje.
Sucede, porque, tantos como niños, son las esponjas del conocimiento, si no pueden llamar la atención sobre distractores atractivos (TV o cualquier excelente pantalla, sonidos de calles, volar …) Los datos que obtienen serán pobres. Esto hace que la información del idioma que sean atrapadas y administradas (sonidos, la forma en que pedimos palabras, su significado, mensaje general) es limitada.
A Lire Aussi: Cómo ayudar a crear bases de idiomas en niños con autismo
La falta de inhibición afectará principalmente la capacidad de formar y producción de oración porque no podían usar información ambiental. Incluso más tarde, durante la adolescencia, la inhibición se asocia con la capacidad de ortografía y la identificación del error, al limitar las habilidades de la revisión y la corrección del trabajo escolar.
Flexibilidad y cambio de tareas
Finalmente, tenemos flexibilidad, es decir, nuestra simplicidad de cambiar de una tarea a otra y adaptar (inhibir y reprogramarse). Esta función ejecutiva, según varios estudios, también es importante en varios aspectos del lenguaje.
Uno de ellos sería que los niños tienen más o menos dificultades para resolver ambigüedades. Por ejemplo, sabiendo que hay palabras como “banco” que tienen más de un significado y en los que se usan los contextos cada uno.
Otro aspecto del lenguaje utilizado por la flexibilidad es la posibilidad de un uso adecuado de diferentes estructuras sintácticas. Así es como las expresiones alternativas, estructuras simples y complejas o activas o pasivas pueden ser más fáciles.
Las funciones ejecutivas son una ventana que le permite ingresar información del lenguaje (atención), soporte que organiza (acción de inhibición y memoria) y una clave que adapta su uso (flexibilidad).
La protección de estas funciones ejecutivas y contribuciones a su desarrollo hoy en día es un desafío importante. Los niños están expuestos desde la edad temprana de numerosos dispositivos que han demostrado ser perjudiciales para su desarrollo.
Por todas estas razones, la próxima vez que apagemos la televisión, la tableta o la computadora a un niño pequeño para asistir y llegar a nosotros, es más apropiado explicar esto para el buen desarrollo de sus funciones ejecutivas. Como ciertamente no entenderá, tendremos un tema de conversación en caso de que olvidemos por qué apaguamos el tornillo.
Descubre más desde USA Today
Suscríbete y recibe las últimas entradas en tu correo electrónico.