Crisis turca de la democracia: donde la religión, la fuerza y ​​la represión se cruzan

Periodista ANASTACIO ALEGRIA
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El arresto del alcalde de Estambul, Ekrem Svakoglu, 19. March puso iluminación reflexiva sobre el estado de la democracia en Turquía en Turquía. Indica un posible punto de inflexión en el desmantelamiento gradual de los polos seculares y democráticos en el país.

En el establecimiento en 1923. La República de Turquía fue fundada como un estado secular bajo el liderazgo de Mustafa Kemal Ataturk. El secularismo se consideró esencial para el desarrollo moderno, porque se ha divorciado de las estructuras estatales de poder de las autoridades religiosas.

Sin embargo, estudios recientes muestran que esta separación se debilitó porque en 2002. Año 2002. Se debilitó.

El explorador de la política turca Jenny White señala que el Islam Islam pasó de la ocupación de un espacio privado para convertirse en una herramienta de legitimidad política bajo el ACP. En su 2014. El libro Muslim Nationalism and New Turks, investiga que el AKP promovió una identidad religiosa nacional como una alternativa al secularismo de la república tradicional.

Esta transformación del secularismo en Turquía también fue acompañada por la revisión de la identidad nacional. Según el estudio de la Institución Brookings, el gobierno de Erdogan promovió una visión religiosa y conservadora de lo que significa ser turco. Debilitó los pilares de la República en los que se fundó el país antes de hace un siglo.

En lugar de ocupar el espacio privado o espiritual, el Islam está cada vez más integrado en la narrativa del estado oficial como un medio de cohesión política y legitimidad moral. Esta redefinición tuvo consecuencias claras: un espacio reducido para el desacuerdo, la reducción de la libertad individual y la expansión de identidades culturales y religiosas que excluyen partes significativas de la sociedad.

Autoritarismo competitivo

Los autores de Steven Levitic y Lucan Vai desarrollaron el término “autoritarismo competitivo” para describir el régimen en el que hay instituciones formalmente democráticas, pero son expulsados ​​por el control del gobierno hegemónico.

En el caso de Turquía, se documentan varias prácticas que contribuyen a la competencia injusta de los votantes. Implican co-determinación en el poder judicial, controlan los medios y la descalificación de los candidatos de oposición.

El arresto de Imamoglu por cargos de corrupción y presuntos vínculos con el terrorismo corresponde a esta forma. Apareció como un desafío sostenible para la hegemonía del AKP después de ganar las elecciones para los alcaldes 2019 y 2024 en Estambul, una ciudad con un alto valor simbólico y político. Los analistas internacionales interpretan su arresto como una medida para excluirlo de las elecciones nacionales.

Dirigido al sistema judicial

En los últimos años, Turquía vio el uso repetido de los procedimientos judiciales para excluir la oposición política. Según el Informe de la Casa de la Libertad 2024. Años, Turquía se clasifica como “no libre”, y la disminución de los resultados sobre la independencia de las libertades judiciales y libres civiles. Detención de más de mil personas después del arresto, incluidos periodistas y manifestantes, organizaciones organizadas como Human Rights Watch y periodistas sin fronteras.

En este contexto, la implementación de la ley se transforma en los medios de control. Guillermo O’Donnell pidió este “autoritarismo burocrático”: uso selectivo de la legalidad para mantener formas institucionales al tiempo que elimina sus funciones democráticas.

El economista del nacimiento de Turquía y Nobel Daron Acemoglu argumenta que el declive democrático está directamente relacionado con las instituciones débiles y la falta de controles sobre el ejecutivo. En su libro en su año 2013. Por qué las naciones fallan, afirma que las instituciones inclusivas son cruciales para el desarrollo y la estabilidad, mientras que las atrapadas por las élites extractivas son más difíciles de dar como resultado regímenes autoritarios o ineficientes.

La situación actual en Turquía, donde el control ejecutivo sobre el poder judicial, los medios de comunicación y el sistema electoral está centralizado progresivamente por el ejecutivo, ilustra las consecuencias de esta captura institucional.

Implicaciones internacionales

Turquía es un estudio de caso para comprender la transformación de los regímenes democráticos 21. Centurio. En su libro 2019. A medida que la democracia muere, Steven Levítica y Daniel Ziblatt advierten que las democracias modernas generalmente no se estrellan. En cambio, son golpeados por una erosión progresiva de los controles institucionales y el equilibrio del sistema mismo.

Los eventos en Turquía muestran que los líderes pueden debilitar el secularismo, concentrar la fuerza y ​​criminalizar a la oposición en un modelo político que aún conserva una fachada democrática. Esta “normalización” de cruce por autocracia debería ser una advertencia para otras democracias vulnerables.

El arresto de Ekrem Imakoga es un episodio clave en el proceso estructural de transformación del sistema político turco. Visto a través de las teorías del autoritarismo competitivo, las regresiones democráticas y el secularismo político, está claro que este no es un episodio aislado de represión. Se indica una deriva ideológica profunda, una que amenaza la esencia de la moderna república turca establecida hace más de un siglo.


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