Demasiadas opciones, menos felicidad: trampa psicológica para seleccionar exceso

Periodista ANASTACIO ALEGRIA
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¿Alguna vez le ha costado más que elegir una película o serie en una plataforma de transmisión para ver algo directamente? ¿O dio muchos círculos antes de comprar un producto de red solo para continuar dudando? En una sociedad de más oportunidades que nunca, las opciones se han convertido en una fuente de ansiedad: lo que es en principio parecía ser una ventaja que puede terminar siendo cargada.

La psicología se define como una “selección de paradoja”: cuantas más opciones, es más difícil decidir … y menos placer genera una decisión.

Este fenómeno describió al psicólogo Barri Schwartz, quien sugirió que el exceso de libertad podría tener efectos nocivos en la buena voluntad. En lugar de volverse más feliz, muchas opciones tienden a bloquear, frustrar y causar una sensación constante de que podría ser mejor.

Cuando eliges, conviértete en un problema

Los estudios clásicos de Shiena IIengar y Mark Lepper mostraron que antes de varios gustos de la parada solo 6, los consumidores podían comprar menos. La sobrecarga alternativa no solo confiscó la decisión, sino que también reduce la satisfacción elegida.

Esta forma no se limita al consumo. También se nota en decisiones vitales, desde la elección de los estudios hasta las relaciones personales. En los contextos universitarios y profesionales, las opciones redundantes pueden generar una sensación de parálisis, dudas constantes y miedo a los errores.

Dos estilos para decidir

La psicología ha identificado diferentes estilos de conflicto frente a tomar decisiones. Entre ellos, los dos son más comúnmente el perfil de los maximizadores y la satisfacción. Esta diferencia se formaliza en un estudio influyente publicado en Personality Magazine y Social Psychology.

Maximizadores: en busca de una opción perfecta

Las personas con estilo Maximizer siempre buscan la mejor opción posible. Evalúan muchas alternativas, completamente comparadas, investigan a fondo y retrasan las decisiones en busca de una elección óptima. Aunque este comportamiento puede parecer racional o ambicioso, en la práctica generalmente está relacionado con las consecuencias negativas para el bien emocional.

El estudio anterior mostró que los maximizadores:

Experimentan más ansiedad y estrés durante el proceso de toma de decisiones.

Es más probable que sea discutido y quejándose después de la toma de decisiones.

Por lo general, tienen niveles más bajos de satisfacción de decisiones, incluso cuando el resultado es objetivamente bueno.

Además, otras investigaciones se unieron a este perfil sobre síntomas depresivos, especialmente cuando las decisiones se toman en contextos complejos o inciertos.

Placer: cuando “lo suficientemente bueno” es suficiente

En contraste, el estilo de placer se basa en elegir una opción que cumpla con criterios personales mínimos o razonables, sin compararse con todos los demás. Estas personas no se ven perfectas, sino algo que se adapta a sus necesidades o valores.

Según la misma investigación, satisface:

Ellos deciden más.

Sufren menos arrepentimiento.

Se sienten felices con sus elecciones.

Tienen una mayor estabilidad emocional después de la toma de decisiones.

El estilo de satisfacción no implica un conformismo, sino un acceso más funcional y adaptable. Al igual que otras investigaciones, estas personas tienden a preservar los recursos cognitivos y emocionales, lo que les permite enfrentar mejor la incertidumbre y reducir la fatiga al tomar decisiones.

Estilos que son importantes

La diferencia entre ambos perfiles no solo afecta a cómo decidir, sino cómo viven el proceso y sus consecuencias. El estilo de maximizador puede ser útil en contextos técnicos o decisiones de alta SK, pero su aplicación constante en la vida cotidiana, donde a menudo no hay una opción clara de “mejor”, puede deteriorar el beneficio psicológico.

Por el contrario, la adopción de la actitud de satisfacción permite que las decisiones sean tranquilas, suponiendo que nadie sea perfecto, pero muchos pueden ser válidos. En el momento de las opciones superiores, este enfoque parece emocionalmente sostenible.

¿Dónde aparece la trampa?

La paradoja de la elección se manifiesta en varios aspectos de la vida cotidiana:

Transmisión y mitigación digital: la serie de menú interminable, las películas o las canciones pueden causar una disminución en la fatiga y el disfrute.

Compra en línea: miles de alternativas para el mismo producto crean confusión, duda y posterior arrepentimiento.

Relaciones interpersonales: la ilusión de oportunidades infinitas en las solicitudes de citas puede interferir con el compromiso y aumentar la insatisfacción.

Elecciones profesionales o académicas: la abundancia de posibles caminos crea indecisión, miedo al error y un bloqueo psicológico.

Consecuencias psicológicas opción excesiva

Elegir entre muchas alternativas requiere recursos cognitivos y emocionales. Cuanto mayor sea el número de opciones, más probable es que la tentación de la ansiedad anticipada, una duda persistente, la siguiente decisión, reducción de la satisfacción con la fatiga mental seleccionada y mental.

Además, en los contextos de presión social o una alta seguridad, esta dificultad ha sido exacerbada. La sensación de que “todo depende de la elección correcta” puede provocar estrés crónico o evitación.

El fenómeno de decidir hacer fatiga también se describe en el campo clínico. Algunos estudios muestran cómo los esfuerzos mentales acumulados para traer muchas decisiones reducen la capacidad de autocompara y aumenta la vulnerabilidad al estrés.

¿Cómo protegerse? Estrategias para elegir mejor

Desde la psicología aplicada, se propusieron varias estrategias para reducir el impacto negativo de las opciones de transmisión:

Reduce voluntariamente el número de alternativas. La creación de filtros anteriores ayuda a enfocar y acelerar la toma de decisiones.

Aceptar la imperfección. Asumir que cada elección implica renuncia y que no hay una opción perfecta que le permita decidir con menos carga emocional.

Decide sobre la base de los valores personales, no las expectativas o la moda externas, aumenta la satisfacción con la decisión tomada.

Practica la autocompliación. Ser menos difícil contigo mismo después de decidir reducir el arrepentimiento y la incomodidad.

Automatizar decisiones más pequeñas (ropa, desayuno, rutina diaria) puede obtener energía mental gratis para realmente importante.

Elige menos, vive mejor

En un contexto cultural que conecta la libertad con cantidad, puede parecer una reducción contradictoria en las opciones para aumentar el bien, el ser. Sin embargo, numerosos estudios confirman esto: el exceso de alternativa crea ruido, fatiga y frustración.

Apuesto a una toma de decisiones más simple, más común con personal y menos enfocado en encontrar “óptimo” puede ayudar a mejorar la salud mental y la calidad de vida. En ese sentido, elegir menos no está de acuerdo, sino decidir más.


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