El desperdicio de alimentos es un tema de máxima preocupación en todo el mundo con el impacto ambiental, la economía y la salud humana. En la Unión Europea (UE), se pierden 88 millones de toneladas de alimentos por año, que se convierte en una gran cantidad de 173 kg por persona.
Se estima que tales desechos pueden tener costos asociados con la pérdida de alimentos de 143 mil millones de euros por año. Además, no podemos olvidar la influencia de nuestro planeta, contribuyendo con emisiones de gases de efecto invernadero, deteriorando la diversidad y la contaminación biológica.
No es sorprendente que la reducción del desperdicio de alimentos se incluya en varios objetivos de algunos objetivos de desarrollo sostenible (ODS). Este es el caso del objetivo 12.3 SDG 12 (producción y consumo responsable) para reducir los desechos de los alimentos para la mitad; ODS 2 (Cero Glad) con los objetivos 2.1 y 2.2 para garantizar el acceso a una nutrición saludable y suficiente; Determine 3 (salud y bien: promover dietas saludables, SDG 6 (agua limpia y sanitaria) y SDG 7 (recursos accesibles y no energéticos y SDG 13 (arroyos climáticos) que reducen las emisiones de gases de efecto invernadero de la pérdida y la pérdida de alimentos.
Desperdicio de alimentos en hospitales
El desperdicio de alimentos en los hospitales es un problema que está menos estudiado. Aunque estas instituciones también son grandes productores de este tipo de residuos, generalmente desconocen cuánto se arroja.
Estudios recientes, como el que publicamos en la hoja sanitaria, muestran este problema. Algunos datos extraídos de artículos científicos son irresistibles. Por ejemplo, en Portugal, el trabajo evaluó que el 35% de los alimentos servidos en el hospital perdieron. Otros autores notaron que los desechos del plato principal variaban según esa área: 72.6% en pediatría, 47.5% en medicina interna y 46.9% en oncología. Esto muestra las diferencias en línea con el servicio hospitalario.
Otro estudio estimó que los hospitales turcos usaron alrededor de 8,600 GVH (3.3% del consumo nacional de electricidad) y crearon 49,000 toneladas de desperdicio de alimentos, equivalente al 1% de consumo anual de energía.
Además, investigaciones recientes muestran pocas variaciones en los datos de residuos hospitalarios. Por ejemplo, en 2025. Se publicaron datos en el que el 31.4% del desperdicio de alimentos se probaron en 16 hospitales en el Líbano.
Algunos estudios refuerzan estos datos. La revisión señala que, en Europa, los hospitales y otras instituciones relacionadas con el sistema de salud crean desechos de alimentos que difieren entre el 6 y el 65% de los desechos totales.
Entre las causas de los problemas se encuentran los sistemas ineficientes de alimentos y alimentos de entrega, comidas inapropiadas, platos que pueden distorsionarse y bajo apetito de los pacientes, derivados de la condición de salud. En particular, aquellos en estado crítico no podían consumir alimentos servidos en su bandeja y, debido a medidas sanitarias estrictas, pero necesarias, no podrían reutilizarse.
Estrategias de reducción de desechos
A través de la gestión de hospitales, puede ayudar a reducir su influencia ambiental, social y económica. Por ejemplo, los responsables de estas instalaciones pueden educar hábitos saludables y promover la protección social a través de la cultura organizacional centrada en la sostenibilidad. También puede buscar acciones para mejorar y rendimiento y beneficiar al personal.
La intención de iniciativas innovadoras para reducir el desperdicio de alimentos ya se está implementando en España. El ejemplo es la cooperación del Hospital Fuenlabrad (Madrid) con demasiado bueno para inscribirse, lo que permite vender exceso de alimentos desde el final del día en lugar de descartarlo. Además, se realizan medidas, como la personalización del paciente, lo que garantiza un mejor uso de los alimentos.
En Australia, notaron que la implementación de la habitación en la sala se redujo los desechos en los platos del 30% al 17%. En España, el artículo científico de 2022 mostró cómo identificar los platos romanes e introducir cambios concretos (nuevas recetas, más clasificación …) Los desperdicios de algunos alimentos como el pollo (de 35.7% a 7.2%) o pescado (29.5% a 12.8%) se pueden reducir significativamente. Por lo tanto, las acciones específicas y bien perforadas pueden marcar la diferencia.
Además, los restos del Hospital de Alimentos pueden transformarse en productos útiles, como hidrogeles para la impresión 3D y las plantas fueron -estimulantes. De esta manera, el desperdicio de alimentos se convierte en recursos dentro de la economía circular.
Nueva propuesta para la gestión circular
Hemos propuesto un modelo de gestión de recursos dirigido como una guía para reducir el desperdicio de alimentos: modelo circular triple C.
Aunque es cierto que los hospitales no siempre pueden reutilizar los recursos debido a los estrictos estándares sanitarios para usar mejor los principios de la economía circular, así como el uso de tecnologías de información y comunicación, lo que podría mejorar tanto la sostenibilidad de los pacientes como el bienestar.
Si la gerencia responsable tiene coordinación de líquidos y canales para las comunicaciones con pacientes y personal de atención médica, sería posible revisar la forma en que se administran los alimentos.
Del mismo modo, la promoción de la cooperación entre todos los actores involucrados promueve una mayor responsabilidad conjunta para reducir los desechos y la pérdida de alimentos.
Cuando hablamos de los actores involucrados, por un lado, por un lado, en el personal de salud (enfermeras médicas y técnicos, entre otros, cuya participación es esencial para la implementación de la práctica sostenible. Los proveedores de alimentos también deben tenerse en cuenta, que juegan un papel básico en la cadena de suministro. Del mismo modo, las instituciones deben crear marcos regulatorios que promuevan la cooperación de todos los actores, mientras que las universidades, como aliados estratégicos, fomentan la cooperación interdisciplinaria de la investigación para mejorar constantemente esta área.
El modelo circular de Triple C tiene como objetivo alentar a los investigadores a trabajar junto a otras instituciones de salud y promover la cooperación entre diferentes disciplinas. La idea es clara: implementar políticas públicas que nos acerquen al cumplimiento de los objetivos de desarrollo sostenible en el programa 2030. Años.
Las ventajas son importantes, porque se puede mejorar la salud del paciente, excepto que se ocupa del planeta y reducen los costos en los hospitales. El desperdicio de alimentos no es otro hecho: es un llamado a la atención debido al problema que nos incluye a todos.
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