El dolor lumbar, ubicado en la parte baja de la espalda, no es un problema exclusivo para los adultos. Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), también afecta a niños y adolescentes y sus aumentos de prevalencia. Puede afectar su vida cotidiana, interferir con sus actividades sociales y académicas e incluso causar ausencia escolar.
¿Qué factores de riesgo contribuyen al dolor lumbar en estos grupos de edad? ¿Cómo podemos evitar eso? Veamos lo que nos dice la evidencia científica.
Panorama actual motivó a los investigadores de todo el mundo a centrarse en el más joven para comprender cómo y por qué desarrollar dolor lumbar. Al igual que con muchas otras afecciones, la prevención es clave: siempre es mejor evitar el problema que tratarlo.
Sin embargo, antes de abordar las claves de prevención, es importante comprender brevemente los factores de riesgo detrás de la bachrygia del niño.
Estilo de vida que le importa
Los principales factores de riesgo para los niños son el estilo de vida, la inactividad y el exceso de peso. Tres factores afectan no solo en el área de grano del lumbar, sino también en la salud. Lo más importante es que se pueden controlar y mejorar con ciertos hábitos saludables.
Lideramos el estilo de vida en el que pasamos mucho tiempo sentados, pero el cuerpo humano no está diseñado para estar constantemente. Por el contrario, se hizo caminar, correr y moverse. Esto significa que la zona lumbar se ve afectada cuando nos sentamos durante mucho tiempo.
Los niños pasan demasiado tiempo sentado. Agregamos cinco o seis horas a la escuela, dos horas de actividades extracurriculares y dos entre deberes y comidas. Tenemos un total de 10 horas al día, demasiada cantidad.
Además, los menores hacen ejercicio menos que antes. Esto, a pesar del hecho de que la actividad física permite numerosos beneficios para la salud física, mental y social. Quien sea claro: los niños deben pasar menos tiempo y jugar más.
Necesitamos agregar peso y obesidad excesivos a todo esto, otra epidemia más moderna y también afecta a los más jóvenes. El porcentaje de niños con sobrepeso aumentó de 8% en 20% en 2022. Al 20% en 2022 años. Este aumento no solo aumenta el riesgo de mal dolor de espalda, sino también para desarrollar otros problemas de salud, tanto musculoso como cardiovascular.
Cómo prevenir el dolor en los niños
Ahora que sabemos que los factores más importantes que causan dolor lumbar en los niños es el momento de ver cómo podemos enfrentarlos.
Es importante que este problema se ocupe de una manera agradable y asequible. Es apropiado permitir pautas claras que puedan aprender y recordar fácilmente.
1. Educación postural
Los fisioterapeutas pediátricos tienen claro que “la mejor postura es lo que es menos posible” y “la mejor postura siempre es la próxima”.
¿Qué significa eso? Que no hay una posición perfecta. Si bien es importante aprender a los niños para sentarse correctamente, es esencial comprender que el movimiento es esencial.
Necesitamos acostumbrarnos a cambiar la posición, especialmente cuando se sientan, porque en esa posición de la columna está perdiendo la alineación natural, lo que no es saludable.
Una buena estrategia es resolver imágenes o dibujos de muñecas correctamente en lugares clave, como una mesa, para recordarles que deben sentarse y, sobre todo, la importancia del movimiento regular.
2 Actividad física
La falta de actividad física en los niños es un problema grave, pero la mejor manera de lidiar con el juego y su entorno social.
Usemos los lugares clave, como la escuela, y promoveremos actividades deportivas extracurriculares.
Además, es esencial participar en los planes físicos de las actividades de los niños. Por ejemplo, promover juegos cooperativos y fuerza, velocidad, resistencia y ejercicios de coordinación.
3. Estilo de vida sentado
El cuerpo humano no está diseñado para permanecer largo, por lo que es esencial limitar a nuestros hijos en esa posición.
La mejor manera de hacerlo es unas vacaciones activas. Consiste en integrar períodos cortos de actividad física en la rutina diaria, como lo es durante las clases escolares.
De esta manera, podemos ayudar a los niños a alcanzar un nivel de actividad física saludable que les permita prevenir patologías de hueso muscular, como el dolor bajo.
En resumen, lo más importante es integrar naturalmente el movimiento en la rutina diaria. Pequeños cambios, como levantarse y moverse con más frecuencia, junto con la promoción de la actividad física, pueden prevenir grandes problemas de salud a largo plazo. Esto asegurará que disfruten de una espalda saludable mientras crecen.
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