La educación tiene su propio objetivo de transferir la cultura de la sociedad y el desarrollo personal de quienes aprenden; La tecnología es la industria que cita en la bolsa de valores y reacciona a sus consejos para la gerencia y sus inversores sobre sus logros y problemas.
Sus velocidades son radicalmente opuestas. La educación es lenta en sus procesos de transformación y gobierna el desarrollo evolutivo de los aprendices y las normas y convenciones socio-convencionales profundamente arraigadas; Por otro lado, la tecnología ha incorporado una investigación e innovación rápida (y rápida) en su ADN.
Lo que actos es indiscutible de que ambos son necesarios para el funcionamiento y el crecimiento normales. La educación prepara a los usuarios calificados para el uso y el desarrollo de la tecnología de su fase obligatoria para el desarrollo profesional y la educación superior, además de los ciudadanos dedicados a la sociedad y los críticos con esa misma tecnología (en el mejor de los casos).
Por su parte, la tecnología contiene una promesa de mejorar los procesos educativos de varias maneras, ofreciendo eficiencia en la enseñanza y el aprendizaje a cambio de la inclusión de la tecnología en el aula o la transformación del espacio digital.
En cualquier caso, la clave para comprender los desafíos actuales y futuros es lograr el equilibrio de cómo usar toda la tecnología potencial para promover sus propósitos sociales y personales, pero de tal manera que la tecnología no complete el subordinado e implica educación con su enorme penetración.
La influencia de la IA como ejemplo paradigmático
El ejemplo paradigmático del equilibrio severo entre la educación y la tecnología es el impacto de la inteligencia artificial en ambos campos. La velocidad de la evolución técnica ai incluso sorprende a los propios expertos, que revelan nuevos logros en el campo científico y técnico que parecen no tener restricciones.
Sin embargo, en la educación, al menos a nivel de la calle, la preocupación se centra en las preguntas “preventivas”. Cómo evitar las tareas o las pruebas de evaluación o cómo evitar posibles pérdidas en el desarrollo cognitivo o cultural de los estudiantes si “abusan” y se convierten en conversaciones diarias entre muchos maestros.
De hecho, y la velocidad avanzada amplía los límites de la educación. Continuidad de la educación formal en poder del maestro por el aprendizaje autónomo de los aprendices, expandido a una nueva oportunidad: aprendizaje autónomo guiado por la IA. En esta nueva modalidad, y puede funcionar como “más con más conocimiento”, lo que hablaba de Lev Vigoty, lo que significa que y nuestro maestro de enseñanza.
AI puede ser maestra pero también estudiante
Otra posibilidad es que AI simula que la entidad de la cual podemos aprender, invertir en los roles de los maestros y descontinuado para que el que enseña (un ser humano) pueda aprender AI que está listo para escucharlo y aprender. La mente humana se vería obligada a elaborar el contenido destinado a aprender a aprenderlos en la IA.
En el primer caso, por ejemplo, la utilidad de ChatBot basada en la IA generativa para el lenguaje u oportunidades y muestra cada vez más fuerte para ofrecer comentarios correctivos a los alumnos en relación con sus tareas de clase. En el segundo caso, y puede convertirse en un “agente docente” para aprender matemáticas o programación, entre otras opciones.
Por lo tanto, el principal desafío de la educación tecnológica es mantener los impulsos una velocidad diferente del progreso de cada área. Ante la tecnología, la educación debe reclamar constantemente evidencia que justifique la inversión y su uso en contextos educativos.
Si la tecnología llega a reemplazar otras prácticas (por ejemplo, escritura manual), evidencia que justifica tales cambios. Si la tecnología puede ser un riesgo de privacidad o seguridad de los científicos, debería ser necesaria las garantías suficientes para el uso seguro de la tecnología.
Si la tecnología abre nuevos horizontes, como el aprendizaje en metavers o el uso, y como tutor o agente docente, deben investigarse previamente en contextos experimentales para garantizar que dicho desarrollo valga la pena.
Finalmente, si la tecnología genera nuevas brechas, la educación y sus profesionales tienen un compromiso moral de alegar una posible barrera para que todos los estudiantes puedan aprender en igualdad e inclusión.
No hay aprendizaje no digital
Por otro lado, también se debe considerar la educación para hacer un esfuerzo para proporcionar a los estudiantes las habilidades necesarias para usar la tecnología adecuada. Regalar sin múltiples tecnología en contextos educativos haría que los centros excluyan de la realidad social y la vida de muchos estudiantes, brindando su capacitación en competencia digital a las empresas y sus departamentos de marketing.
A medida que enfrentamos este desafío, definirá cuál es nuestra relación con la tecnología en los próximos años. ¿Consumo? Análisis crítico? ¿Empoderar a los usuarios?
El enfoque correcto no es una pregunta trivial: jugamos el futuro en él.
La versión original de este artículo fue publicada en la revista Telos, por Foundation Telephone.
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