Millones de toneladas de desechos plásticos logran anualmente hospitales en todo el mundo. Gran parte de estos desechos provienen de artículos individuales como máscaras faciales, guantes quirúrgicos, jeringas, tuberías intravenosas y materiales de envasado estéril.
Lo que es peor que muchos de estos plásticos médicos no son biodegradables. Esto significa que pueden perseverar en vertederos o océanos durante siglos. Finalmente, colapsan en partículas de micro y nano tamaño, que representan un gran riesgo para el medio ambiente y nuestra salud, incluido el desorden endocrino y el daño celular.
La quema de desechos médicos de plástico también alivia los productos químicos nocivos en la atmósfera. Esto contribuye a la mala calidad del aire y al potencial incluso al calentamiento global.
Pero existe una presión creciente para encontrar alternativas ambientales al plástico tradicional. La bioplastia, dicho ácido poliláctico (PLA), puede prometirse alternativa al plástico utilizado en productos médicos.
La bioplastia se puede hacer de plantas o algas. Esto significa que pueden romper cuando la temperatura, los niveles de pH y las condiciones de humedad son correctas y no crean ningún subproducto tóxico con el tiempo.
Las fibras naturales, como el bambú y el cáñamo, también se exploran para reemplazar los materiales sintéticos, porque son sólidos biodegradables. Y a diferencia del plástico tradicional, muchas de las alternativas acreativas están diseñadas para descomponerse sin aliviar productos químicos nocivos.
Bioplásticos en medicina
El plástico biodegradable ya se usa en dispositivos médicos, incluidas válvulas cardíacas, aderezos planos y sistemas de administración de medicamentos.
Dado que la bioplastia proviene de fuentes naturales, la ventaja de usar dispositivos médicos es que se pueden eliminar nuevamente durante el proceso de curación, por lo que no debe ser eliminado por otro hidratorial. También son capaces de pasar por barreras biológicas, como las barreras sanguíneas, para que puedan apuntar a ciertos tejidos.
Las innovaciones como la impresión 3D que utilizan polímeros biodegradables también abren una nueva puerta para aplicaciones médicas sostenibles. La bioplastia impresa en 3D se investiga para su uso en el reemplazo del cartílago en la carga, la cámara de reparación del corazón, realizando trasplantes en la herida y actuando como membranas artificiales para los riñones.
La celulosa se destaca como bioplástica, porque no es tóxica y no causa ningún efecto secundario cuando se usa como dispositivo médico. Si bien es mecánicamente fuerte e impermeable, dos atributos necesarios para el envasado médico, también se estropea efectivamente cuando se entierran en la tierra de compostaje. Esto lo hace ideal para uso médico.
Nuestra revisión de alternativas bioplásticas para entornos médicos también ha identificado polímeros biodegradables de policaprolactona (PCL) y ácido co-glicólico poliláctico (PLGA) como opciones prometedoras. Esto se debe a su seguridad y compatibilidad con las aplicaciones médicas.
También descubrimos que los implantes que usan PHA bioplástica (polihidroxialalcanoato) se degraman naturalmente en el cuerpo. Esto podría eliminar la necesidad de eliminar las operaciones. Las costuras quirúrgicas utilizadas por el PLA se pueden fundir con el tiempo. Puede reducir los riesgos de infección.
PHA PILLET, que se pueden usar para hacer bioplastia médica biodegradable. AP Photo / Jeff Dean desafíos para rodar
La transición a alternativas biodegradables no está exenta de desafíos.
Aunque muchos consumidores prefieren más productos hechos de bioplastia, porque son buenos para el medio ambiente, todavía hay muchos desafíos en la introducción de una amplia representación en la atención médica. La esterilización, la seguridad y las aprobaciones regulatorias son obstáculos que deben superarse. Los altos costos y la disponibilidad limitada de bioplásticos también siguen siendo preocupaciones clave.
La bioplastia médica también puede ser hasta un 50 por ciento más costosa del plástico a base de aceite, a pesar de su potencial para reducir el rastro del medio ambiente del sector médico.
Nuestra revisión también encontró que las barreras regulatorias y los altos costos de producción siguen siendo obstáculos clave en el papel más amplio de los bioplásticos en la atención médica. Otros desafíos importantes que los investigadores enfrentan el desarrollo de la bioplastia médica de que los materiales biodegradables cumplan con los estrictos estándares de seguridad y esterilidad necesarios para aplicaciones médicas.
Curss Life Cycles también deberá ser implementado por productos bioplásticos actuales y futuros. La evaluación del ciclo de por vida estima el impacto de los productos ambientales de la extracción de materias primas para la eliminación, lo que ayuda a identificar la mejora de la sostenibilidad y la reducción de residuos. La publicación de varias evaluaciones del ciclo de vida sobre productos bioplásticos ayudará a los tomadores de decisiones a medir las ventajas y desventajas de la bioplastia en los sistemas médicos.
Sin embargo, los beneficios potenciales de los bioplásticos son enormes. El cruce del plástico para el uso único podría reducir significativamente la carga de los sistemas de salud de residuos, al tiempo que protege los ecosistemas y la salud de las personas de los peligros de la contaminación microplástica. Algunas bioplastia pueden incluso reducir las emisiones de gases de efecto invernadero por hasta un 25 por ciento.
El cambio no ocurrirá de la noche a la mañana. Pero al invertir en alternativas biodegradables, el sector de la salud puede reducir significativamente su impronta plástica.
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