La producción textil crea aproximadamente el 10% de las emisiones mundiales de carbono. Esto excede las emisiones combinadas de todos los vuelos internacionales y el transporte marítimo. Además, consume alrededor de 93 mil millones de metros cúbicos de agua por año, lo cual es equivalente a las necesidades de cinco millones de personas. El procesamiento textil y el procedimiento final contribuyen al 20% de la contaminación mundial del agua potable debido al uso intensivo de productos químicos.
En Europa, el consumo textil tiene un impacto significativo en el medio ambiente. 2020. Años
Generación y gestión de desechos textiles
Cada año, los europeos consumen casi 26 kilogramos de textiles por persona y desechan aproximadamente 11 estos desechos, se recolectan menos de la mitad para reutilizar o reciclar. Además, debido a las restricciones tecnológicas y logísticas, solo el 1% de lo que se recopila puede convertirse en ropa nueva.
En 2020. Año, se generaron aproximadamente 16 kilogramos de desechos textiles por persona en la UE, de los cuales solo se recolectó selectivamente una cuarta parte. Pero no todos los desechos textiles
El papel de la economía social
Las entidades de la economía social juegan un papel clave en la reducción de los desechos textiles y la inclusión social. En España, la Asociación Española de Economía Social y Solidarna Recupere (Aesess), que trae 36 entidades especializadas en la gestión de inyectores y residuos de la socio -cama, gestionadas en 2022. Año 76 971 Vistas.
El 65.76% de estos desechos podrían reutilizarse y reciclarse, evite más de 42,000 toneladas de CO₂, equivalente a eliminar más de 20,000 autos en un día. Además, estos sujetos logran empleo. La reutilización de 1 000 toneladas de textiles puede crear hasta 35 empleos.
A nivel europeo, la red europea de empresas sociales para la reutilización, reparación y reciclaje (Rreuse) Grupo de empresas sociales activas en reparación y reciclaje, y actualmente más de 102,000 empleados, aprendices y voluntarios en 29 países. En 2021. Sus sujetos recolectaron 1,200,000 toneladas de residuos, de las cuales 181,000 pueden reutilizarse, reduciendo las emisiones y la retención de recursos.
Los ejemplos excepcionales incluyen un Cooper, una red asociada con caritas que combina reciclaje, consumo sostenible y apoyo al riesgo de personas o EMAUS, que gestiona los desechos textiles durante la altura de la inclusión social. Estas iniciativas muestran que la economía circular y la influencia social pueden progresar juntos.
Desafíos y oportunidades
A partir del 1 de enero de 2025. Año, la Unión Europea requiere una colección textil selectiva. Sin embargo, muchas regiones aún no tienen infraestructura y financiamiento adecuados. Además, la reducción de la calidad del material de producción interfiere con su reutilización, aumentando los costos de gestión.
El sector realizó la falta de un sistema de financiación estable en el borde del colapso. Aunque se implementará la responsabilidad del fabricante (EPR, según su acrónimo en inglés), para el cual los fabricantes deben explicar esos materiales durante su ciclo de vida, su aplicación total durará entre dos y cinco años. Las empresas líderes en la clasificación textil ya están rotas, y muchas organizaciones se ven obligadas a no combinar ropa reutilizable. Por lo tanto, Rreuse solicitó un plan de emergencia para garantizar la continuidad del sector.
A pesar de todo, la Unión Europea promueve políticas para fortalecer la economía circular. La estrategia europea para textiles sostenibles y regulaciones ambientales sobre productos sostenibles obligó a los fabricantes a diseñar más permanente y ropa de la ropa. Además, los pasaportes de productos digitales facilitarán la trazabilidad textil, optimizando su uso y reciclaje. Sin embargo, su eficiencia dependerá del apoyo de las instituciones que proporcionen su aplicación en la cadena de valor.
Visión del futuro
Para garantizar el futuro del sector, la Unión Europea debe garantizar una financiación estable y fortalecer su apoyo a las entidades de la economía social, necesarias en esta transición. Sin medidas concretas, la pérdida de empleo y exportación de desechos textiles fuera de Europa aumentará. Estos sujetos combinan la reducción de residuos, el empleo y la inclusión social, pero su éxito dependerá del marco regulatorio y financiero que impulse su sostenibilidad de larga data.
Los datos muestran que el modelo actual es insostenible y se necesitan las medidas urgentes. Para transformar el sector textil, es esencial para la implementación de soluciones que equilibran la sostenibilidad, la eficiencia económica y la innovación. Además de las políticas públicas, el compromiso de los productores, los consumidores y las entidades sociales que desarrollarán una industria textil responsable y competitiva.
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