¿Alguna vez ha ingresado a Instagram “solo cinco minutos” y de inmediato, cuando mira, durante casi una hora? Ese estado, en el que pierdo la noción de tiempo, se llama flujo. Y es un factor que más afecta nuestras compras en línea: en sí mismo es casi un tercio de lo que nos empuja a comprar.
Las redes sociales se han convertido en una gran sala de exposición comercial que afecta lo que compramos, a menudo sin su comprensión.
Poder de revisiones y recomendaciones
Antes de comprar, casi la mitad de los consumidores consultan con las redes sociales para encontrar información sobre los productos. Entre los jóvenes de entre 18 y 30 años, esta cifra crece al 66%. No se trata solo de ver: el 44% reconoce que las redes acondicionaron su compra final.
Quedan ejemplos. El número de estrellas es el primer filtro para muchos clientes en Amazon. Los videos de unboxing y los usuarios espontáneos son proliferados en Tantok. Y en Instagram, los carretes de la recomendación llegan a compartir miles de veces en unas pocas horas.
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Cada clic y revisar el comportamiento de los demás
En las redes sociales, tres comportamientos iniciados por este impacto difieren:
Encuentre opiniones (visite exámenes o pregunte a otros usuarios).
Revisiones revisiones (recomendaciones avanzadas, comparta lo que otros dijeron).
Genera opiniones (escriba sus críticas).
Todos influyeron en los usuarios que terminan comprando, pero la búsqueda y el reenvío de opiniones son más decisivos.
En la práctica, esto significa que cada clic y cualquier auditoría contribuyen al moldeo del comportamiento de los demás. Incluso cuando compartimos solo la opinión de las partes, alimentamos el círculo de influencia que multiplica su alcance.
¿Qué es “flujo” y por qué es importante?
El flujo es un estado psicológico en el que nos sentimos tan inmersos en una actividad que perdemos tiempo y actuamos casi en el piloto automático.
El flujo no es exclusivo para las redes. También aparece al leer novelas absorbentes, practicar deportes o practicar videojuegos.
La diferencia es que se encuentra en redes sociales como Tiktok o Instagram combinar con un bombardeo constante de estímulos comerciales, incluidos anuncios, recomendaciones y los enlaces de compra al contenido en sí. En este contexto, la condición del flujo se traduce más en la navegación, ver más contenido, leer reseñas y, según datos, en mayor probabilidad de compra.
Factores que afectan la intención en línea.
De todos los factores analizados, el que es más difícil de fluir. Representa de forma independiente casi un tercio de lo que nos empuja a comprar. La búsqueda de opiniones incluye más de una cuarta parte, transmisión algunas recomendaciones menores y emitir las propias críticas está muy por detrás.
El flujo de nosotros no solo nos mantiene: sino que también hace demasiados exámenes de profundidad. Cuanto más inmerso, más fáciles de las opiniones de los demás al final del agua nuestra compra. En otras palabras: tiempo de mosca y nuestra baja resistencia.
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Redes sociales como compra de tiendas
Las plataformas como Tiktok o Instagram no solo muestran videos financiados: son auténticos catálogos de ventas, diseñados para atraer la atención y fomentar la interacción. La combinación de revisiones de revisores con experiencia inmersiva sin detenerse sin detenerse en “escritos infinitos” crea un entorno perfecto para que podamos terminar de comprar.
Los algoritmos también contribuyen a: ajuste del contenido, muestran productos relacionados con nuestros intereses y fortalecen la sensación de relevancia directa. Todo esto nos mantiene más conectados, más dispuestos a comunicarnos y, lo que es más importante, de comprar.
La aparición de la compra a través de las redes sociales tiene su propio nombre: el comercio social. Con el crecimiento extendido de los pronósticos, sugieren que en 2025. Generará alrededor de 819 mil millones de dólares en 2025. años y 2029. años pueden cruzar mil millones. Esto significa que las redes sociales van de solo jugar para convertirse en uno de los canales de compras más poderosos del mundo.
Implicaciones para consumidores y empresas
Es crucial que los consumidores comprendan este mecanismo. Saber que el flujo puede nublar nuestra percepción del tiempo y que es más probable que compre impulsivamente nos permite tomar más conscientes de las decisiones. Little AutoFormation: Pregunte “¿Realmente necesito esto o para llevarme por ahora?” Esto puede ser suficiente para recuperar el control.
También debe estar atento a los signos de alarmas. Siente ansiedad si no compra, acumula productos no utilizados o gastan más de lo esperado de que el pergamino se convierte en una compra de activación de recubrimiento.
Para las empresas, la lección es clara: la experiencia inmisiva es tan importante como el producto en sí. Crear un entorno que fomente la interacción, las revisiones y el flujo puede ser muy efectivo, pero plantea un desafío ético. Las estrategias de diseño que utilizan esta dinámica, pero no manipuladas por el consumidor, deberían ser un objetivo.
Un consumo más consciente
Las redes sociales han ampliado nuestras oportunidades como clientes, pero también multiplicaron prejuicios que afectan nuestras decisiones. Es consciente de que sí, y cómo el flujo afecta lo que compramos, el primer paso es consumir crítico y más equilibrado.
Porque lo que parece solo una fiesta tiene un truco. El flujo convierte la red en el escaparate de ventas perfecto. Y si esta inmersión agrega exámenes y recomendaciones, el resultado es una presión invisible sobre la compra.
En resumen, la próxima vez que pierda la noción de tiempo en Instagram o TTTOK, recuerda que este viaje mental eventualmente puede influir mucho más de lo que cree en su compra y sus finanzas personales.
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