Ingeniería contra el día: la reconstrucción no es suficiente si ocurren los errores del pasado

Periodista ANASTACIO ALEGRIA
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Los desastres naturales y humanos siguieron a la civilización durante su historia, probando su capacidad para adaptarse. Sin embargo, la manera en que la reconstrucción enfrentada después del desastre no puede limitarse al reemplazo perdido. Caso de inundaciones en Valencia 29. Octubre de 2024. Ilustra la realidad que se repite con cada evento extremo: la urgencia de la renovación generalmente impone solo a la necesidad de reflexionar.

Sin embargo, si la reducción de las reducciones se reduce para restaurar el estado antes del desastre, se perdería la oportunidad de corregir la vulnerabilidad y minimizar el daño futuro.

Victor Iepes Pikueras

El primer desafío después del desastre es la respuesta inmediata. En esta etapa, la prioridad es salvar a las personas y proporcionar recursos básicos. Una vez que se satisfacen estas necesidades básicas, la atención se centra en la recuperación de la infraestructura crítica, como hospitales, redes para beber, suministro de electricidad y comunicación.

Este proceso es complejo, porque dicha infraestructura no debe comenzar solo lo antes posible, sino en muchos casos, daño estructural que compromete su funcionalidad.

La pregunta clave surge desde este punto: si la reconstrucción reproduce las mismas condiciones antes del desastre? Desde un punto de vista técnico y económico, esta estrategia es cuestionable. Si la infraestructura y los edificios fallaron antes de los fenómenos extremos, la replicación sin modificaciones implica que fallará nuevamente en el futuro.

Ejemplo de puentes durante el día

En Valencia, se observó que algunos puentes estaban distraídos por el flujo de agua y sedimentos, generando presas que deterioraron la inundación. Este problema no es nuevo: las estructuras similares causaron efectos equivalentes a las inundaciones anteriores y, sin embargo, su diseño continúa repitiendo.

Por lo tanto, se necesita un enfoque diferente, que incluye criterios de resistencia y sostenibilidad en la reconstrucción. En el caso de los puentes, esto podría traducir el número de soporte en el canal, las bases pilotadas para reducir su vulnerabilidad de la erosión y revisar los coeficientes de presión hidráulica en los cálculos estructurales.

Necesitamos prepararnos para el cambio climático

El desafío no es solo corregir errores en el pasado, sino también prepararse para escenarios futuros más complejos. Los cambios climáticos cambian la frecuencia y la intensidad de los eventos extremos, lo que obliga a reexaminar y a la planificación territorial y las regulaciones actuales.

Lo que anteriormente se ha considerado un fenómeno extraordinario puede convertirse en una amenaza recurrente, por lo que es necesario aplicar criterios de diseño más solicitados y estrategias de mitigación ambiciosas.

No solo en relación con el refuerzo de la infraestructura, sino de ajustar las ciudades y las redes de transporte en la realidad en las que la lluvia intensa o la sequía extendida serán cada vez más frecuentes.

La planificación basada en registros históricos ya no es suficiente. La ingeniería debe integrar modelos predictivos y el diseño de soluciones flexibles y adaptativas.

Velocidades de espejismo

Sin embargo, en la reconstrucción después del desastre, el enfoque táctico suele ser frecuente, con decisiones destinadas a presentar una respuesta inmediata a los ciudadanos.

La velocidad en la ejecución de ciertos trabajos crea la percepción de una gestión eficiente, pero este procedimiento puede ocultar la ausencia de una estrategia que optimiza las acciones a largo plazo.

Si bien es esencial tener equipos de intervención inmediata para tratar la emergencia, también está dedicado a pensar y reflexionar, lo que establece las pautas fundadas y evita las reconstrucciones apresuradas que perpetan los mismos errores.

Algo como el Ministerio de la Opinión, que puede analizar las lecciones aprendidas y convertidas en políticas y proyectos de reconstrucción con criterios sólidos de sostenibilidad y resiliencia.

Gestión más eficiente del territorio

La misma lógica se refiere al territorial y al urbanismo. Rehabilitar áreas de inundación independientemente de las estrategias de mitigación aumentan la exposición al riesgo.

La ingeniería tiene la obligación de recopilar soluciones basadas en evidencia científica y experiencias previas. Ajustar eventos extremos no solo implica solo estructuras de fortalecimiento, sino que también revisa su ubicación y función.

En muchos casos, las medidas no requieren inversiones excesivas, sino una gestión más eficiente del territorio. Crear amortiguadores, mejorar la capacidad de drenaje y regular el uso de la tierra son estrategias que pueden marcar la diferencia en futuros desastres.

La importancia del factor humano

La sostenibilidad a largo plazo implica tener en cuenta las personas. No es suficiente evaluar el impacto en la infraestructura o el medio ambiente, pero es necesario considerar cómo estas decisiones afectan la calidad de vida de los habitantes afectados por los territorios.

Reconstrucción, por lo tanto, más allá de la restitución de bienes materiales. Debe tener en cuenta los aspectos sociales, económicos y psicológicos.

Por ejemplo, implicaría la reubicación de la comunidad en áreas seguras, garantizando el acceso justo a los servicios básicos y minimizar la influencia de los trabajos en la población más en peligro de extinción. Si la ingeniería no considera estos factores, existe el riesgo de generar soluciones técnicamente efectivas, pero socialmente insostenibles.

¿Y las competiciones?

Uno de los mayores obstáculos en estos procesos es la fragmentación de las competencias. La reconstrucción incluye varios actores con diferentes intereses y, a veces, a veces, en conflicto. En muchas ocasiones, la superposición de responsabilidad y la falta de coordinación causa retrasos y contradicción en la toma de decisiones.

Para evitar este problema, una alternativa sostenible sería crear un determinado consorcio responsable de gestionar la reconstrucción, en la que diferentes administraciones han delegado temporalmente parte de sus competencias. Este modelo permitiría una planificación y ejecución más coherentes de proyectos con criterios únicos, lo que evitaría la dispersión de recursos y la toma de decisiones no relacionadas.

Además del proceso técnico, la reconstrucción es una oportunidad para transformar el medio ambiente racional y más sostenible. Es importante rápidamente actuar rápidamente, pero no debe hacerse al precio de los errores de repetición en el pasado.

La ingeniería, como disciplina, no puede limitarse a resolver problemas directos, pero debe proporcionar riesgos futuros y ofrecer respuestas basadas en el conocimiento acumulado. La reconstrucción bien planificada no solo los retornos destruidos, sino que también contribuye a construir una sociedad más segura y preparada para enfrentar desafíos futuros.


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