Vivimos en una época que a menudo se describe como policrisis. Una de esas crisis es el cambio climático causado por el hombre, que actualmente está siendo discutido por los delegados en las conversaciones sobre el clima COP30 en Belem, Brasil.
Otra es la desinformación, gran parte de la cual se centra en el cambio climático. Una tercera crisis potencial proviene de las implicaciones de la inteligencia artificial para la sociedad y el planeta.
Cuando se trata de inteligencia artificial y cambio climático, hay opiniones diferentes, desde optimistas hasta pesimistas y escépticos. Dada la preocupación generalizada sobre el daño ambiental de la inteligencia artificial, a algunos les sorprende que la IA esté al frente y al centro de la COP30, a la que asisto actualmente.
Tanto el presidente de la COP30, André Aranha Correa do Lago, como Simon Stiell, director ejecutivo de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático, destacaron la importancia de la inteligencia artificial y otros aspectos de la tecnología para abordar el cambio climático.
Aunque en COP anteriores se ha tenido en cuenta la IA al abordar el cambio climático, la COP30 es la primera conferencia en la que la IA se ha integrado formalmente como un tema central en la agenda de la conferencia.
IA en la COP30
El primer día de la COP30, “Ciencia, tecnología e inteligencia artificial” figuraba explícitamente como uno de los temas clave. Las iniciativas incluyeron el Green Digital Action Hub, una plataforma global para impulsar una transformación digital más ecológica e inclusiva.
Además, hubo una sesión donde se presentó el AI Climate Institute. Un objetivo clave del AI Climate Institute es permitir que los países del Sur Global diseñen, adapten e implementen sus propias soluciones climáticas basadas en inteligencia artificial.
En estos y otros foros se ha debatido sobre tecnologías de descarbonización digital y avances en la transparencia de los datos de emisiones. Los defensores han argumentado que estas iniciativas están diseñadas para ayudar a los países a utilizar la tecnología para alcanzar sus objetivos climáticos.
Anuncio de la Declaración sobre la Integridad de la Información sobre el Cambio Climático en la COP30, en Belem, Brasil, 12 de noviembre de 2025 (David Tindall)
Cuando se trata de inteligencia artificial y cambio climático, la gente tiende a pensar en el aumento del daño ambiental y el cambio climático que traerá la inteligencia artificial. En relación con esto, recientemente ha habido mucha cobertura mediática sobre el potencial de aumento de las emisiones de carbono, el uso de agua y el daño ambiental como resultado de la extracción de minerales críticos.
Una cuestión clave son las emisiones producidas por los centros de datos. Como han dicho muchos comentaristas, incluido Stiel, los centros de datos deben tener fuentes de electricidad para que la IA cumpla con la acción climática.
¿Qué importancia tiene la inteligencia artificial para resolver el cambio climático?
La IA ya se está aplicando a la mitigación del cambio climático. En la COP30, el ex vicepresidente de los Estados Unidos, Al Gore, hizo una presentación sobre el papel de Climate TRACE para abordar el cambio climático. Climate TRACE es una coalición sin fines de lucro de organizaciones que desarrollan un inventario de exactamente de dónde provienen las emisiones de gases de efecto invernadero para ayudar a los gobiernos, organizaciones y empresas a reducir o eliminar estas emisiones.
Climate TRACE utiliza imágenes satelitales, teledetección, inteligencia artificial y aprendizaje automático para estimar las emisiones. En su presentación, Gore mostró ejemplos visuales en una presentación de diapositivas.
La IA puede desempeñar un papel en la reducción de emisiones de varias maneras. Uno, como se señaló anteriormente, es el monitoreo de transmisiones. El segundo es crear sistemas energéticos más eficientes y así reducir las emisiones mediante el ahorro de energía.
La reducción del uso de energía y las emisiones no fue el único tipo de eficiencia discutido en la COP30. También se destacó la preservación del uso del agua y el aumento de la eficiencia en la producción agrícola. Un ejemplo es el Premio IA para la Acción Climática otorgado este año a un equipo de Laos por un proyecto que utiliza inteligencia artificial para la agricultura y el riego.
Al Gore habla sobre Climate TRACE en la COP30 en Belem, Brasil, 12 de noviembre de 2025 (David Tindall) Adaptación climática
La IA tiene el potencial de tener un gran impacto en el campo de la adaptación climática. Los temas clave se discutieron en la COP30 en una sesión llamada Más inteligente que la tormenta: el futuro de la inteligencia artificial en la predicción y respuestas proactivas para construir comunidades más resilientes.
La investigación científica ha demostrado que el aprendizaje automático puede ayudar a los gobiernos locales en sus decisiones sobre las opciones de adaptación climática. La IA puede ser una parte integral de los sistemas de alerta temprana.
Se puede utilizar para predecir inundaciones utilizando datos de sensores, predecir incendios forestales utilizando datos meteorológicos y satelitales, monitorear las redes sociales para responder a desastres e identificar áreas en riesgo de deslizamientos de tierra.
Las herramientas de inteligencia artificial involucradas en estos diversos procesos incluyen el aprendizaje automático, el aprendizaje profundo, el procesamiento del lenguaje natural y la visión por computadora. En línea con la preocupación general en la COP30 sobre la importancia de la justicia social y climática, los defensores de las aplicaciones comunitarias de IA enfatizaron la necesidad de transparencia, accesibilidad de los datos y sistemas de IA y soberanía de los datos comunitarios.
Peligros de la desinformación
La desinformación climática es un tipo clave de desinformación en la sociedad moderna. La IA puede ser una fuente o un contraataque a la desinformación climática.
En la COP30, la desinformación y la negación climática fueron mencionadas en varios contextos, incluido el presidente brasileño Luiz Inácio Lula da Silva. Uno de los eventos clave en este tema fue la publicación de la Declaración sobre la Integridad de la Información sobre el Cambio Climático, que fue aceptada por muchos países.
La IA puede considerarse un arma de tres filos. La expansión no regulada de la IA tiene el potencial de causar daños masivos al medio ambiente y aumentar la desinformación y la desinformación.
Sin embargo, el desarrollo basado en principios de la inteligencia artificial, impulsada por fuentes de energía limpia, también tiene el potencial de reducir significativamente las emisiones de carbono, proporcionar alertas tempranas a las comunidades sobre las amenazas climáticas, reducir los costos de adaptación a un clima cambiante y mejorar nuestra comprensión del cambio climático.
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