Las caricaturas dejaron de condenar la guerra y el genocidio en Palestina

REDACCION USA TODAY ESPAÑOL
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El 23 de septiembre, la profesora Olga Cruz Moja se preguntó qué pasaría si dejáramos de recibir fotografías de Gaza. A mediados de diciembre de 2025, el problema parece resuelto: Ola Al Azanun y Motaz Azaira, reporteros de la Franja y ganadores de Reporteros Sin Fronteras, dicen en El País: “El mundo avanza hacia otra cosa.

La atención de los medios ya no se centra en Palestina y el genocidio de su pueblo: sus noticias ya no están en primera plana. Esto lo condenan los periodistas palestinos, los únicos periodistas que tuvieron la oportunidad de seguir la masacre desde dentro porque es su propio país, prohibido a la prensa y a los medios internacionales. Son ellos los que siguen hablando a través de sus redes sociales -espejo de su vida cotidiana-, pero también a través de la literatura, la fotografía o los dibujos animados e ilustraciones (en cuentas como Fliers for Falastin), que es el ámbito en el que nos centraremos en este artículo.

El ‘fin’ de la guerra y el plan de ‘paz’

La actualidad y la vida continúan, al igual que el desarrollo de los conflictos.

Hamás y el gobierno israelí de Benjamín Netanyahu acordaron una “tregua” inmediata el 9 de octubre. No es la primera, pero sí la última hasta ahora. En este caso, sigue el “plan de paz” de veinte puntos propuesto por el gobierno estadounidense de Donald Trump. Con la negociación y mediación de otros actores internacionales se estableció la primera fase, que incluyó la liberación de rehenes israelíes y prisioneros palestinos, así como la retirada de las tropas israelíes en Gaza hasta las líneas marcadas por el gobierno de Netanyahu.

Asimismo, el 17 de noviembre se adoptó la resolución 2803 del Consejo de Seguridad de la ONU, que apoyó y legitimó este plan y consideró la posibilidad futura de un Estado palestino, porque la solución de dos Estados requiere este reconocimiento en primer lugar. A 22 de septiembre de 2025, 148 de los 193 países que forman la ONU reconocen a Palestina como Estado, incluida España.

Sin embargo, Israel constantemente no respeta la “tregua” y la paz. Sin embargo, el seguimiento del estado actual de la situación en Palestina no recibe tanta atención de los medios.

¿Dónde están las fotos de Palestina?

¿Qué está pasando con las imágenes actuales de Palestina? Hace unos meses inundaron los medios y se convirtieron en un medio de denuncia. Ahora no llegan a grandes audiencias, no inundan las redes sociales ni dan noticias de última hora.

Lo mismo ocurrió con la caricatura para la prensa, expresión artística de condena y crítica social por excelencia, que también funcionó como catalizador de la movilización ciudadana y que llenó los medios y las redes sociales desde el inicio de la guerra.

Prueba de ello son iniciativas como el colectivo Caricaturistas por Palestina, el archivo en línea de caricaturistas de la prensa que condenaron la violencia y el genocidio, la iniciativa Dibujos por Palestina a favor de la UNRVA (la Agencia de las Naciones Unidas para los Refugiados de Palestina) o la exposición de cómics palestinos. Voces propias, grito colectivo en Madrid. En este último caso, se digitalizaron diez cuentos expuestos.

“Seguir hablando de Palestina” han exigido muchos artistas desde el inicio de la invasión. En este artículo queremos salvar esas caricaturas militantes que presenciaron, señalaron y condenaron la masacre de un pueblo a ambos lados del Atlántico. Dos ejemplos -España y Estados Unidos-, dos países con tradición de viñetas impresas que cubrían la guerra desde puntos muy diferentes y que han pausado la publicación de contenidos relacionados desde el “armisticio”.

Lo que condenan las caricaturas

En general, fueron cuatro los ejes que estructuraron las viñetas de ambos países: el genocidio de Palestina; la responsabilidad directa de Netanyahu y el proyecto sionista de su gobierno; la complicidad del gobierno estadounidense personificado en Trump y poner fin a la guerra con un tratado de paz.

Todas las obras tienen como denominador común la ironía y, sobre todo, la sátira mordaz. Para ello, y para que sea lo más potente posible, abunda el uso de metáforas y metonimias visuales: véase la representación de Israel y Palestina a través de sus banderas y colores o la personificación de Israel en la Estrella de David o en la figura de Netanyahu.

voces españolas

En España, revistas satíricas como El Jueves o Mongolia dedicaron numerosas portadas a condenar el genocidio desde el inicio de la guerra en 2023, enfatizando la culpabilidad directa de Netanyahu y la destrucción total de Palestina. Además, como posible excusa para que el presidente estadounidense recibiera el Premio Nobel de la Paz, destacaron la mediación de Estados Unidos en el conflicto.

Sin embargo, los periódicos nacionales también publicaron, principalmente en sus secciones de opinión, trabajos de caricaturistas e ilustradores a favor de la causa palestina.

Así se ve en El País, con artistas como Ricky Blanco, Flavita Banana, El Roto y Peridis. Estos autores también quisieron reflejar el impacto del conflicto en la política y la sociedad española, la atracción de la flotilla de la coalición libertad o la interrupción de la última etapa de la vuelta ciclista a España por manifestantes a favor de Palestina. También hubo un número importante de caricaturas que hacían referencia a la declaración de un “alto el fuego”.

voces americanas

En Estados Unidos este tipo de imágenes no aparecían en las portadas de revistas satíricas o de dibujos animados. Algunos medios generalistas, como el New Yorker o el Washington Post, los utilizaron para ilustrar sus reportajes sobre la destrucción de Palestina y la posibilidad de crear un Estado. Sin embargo, la mayoría de las obras son colaboraciones puntuales o iniciativas de los propios artistas en sus redes sociales. Este es el caso de Nick Anderson, Jen Sorensen, Matt Bors y Mark Fiore.

Los temas, en estos casos, eran sobre sionismo/antisemitismo (comprensible dada la relación histórica de Estados Unidos con Israel y la gran población judía del país). También discutieron la implicación de la política estadounidense en el conflicto, desafiando en cierta medida la figura aparentemente intocable del Presidente de los Estados Unidos.

Sin embargo, a medida que disminuyeron las noticias sobre la situación en Palestina, la producción gráfica sobre este tema también se detuvo.

La caricatura condena y moviliza

El genocidio continúa y la creación de un Estado palestino sigue siendo una utopía: un territorio devastado controlado por Israel y con planes de convertirse en la “Riviera de Medio Oriente” en manos de Estados Unidos.

Palestina hoy es un lugar masacrado. La verdadera paz, la paz de la reconstrucción, del duelo, la de los palestinos, sólo llegará si este país puede levantarse después de los trágicos acontecimientos de los últimos años y si la comunidad internacional lo apoya.

La viñeta es un arma y un altavoz que señala, critica y moviliza. Por ello, esperamos reactivar la producción gráfica de lo que está sucediendo para concientizar a la población sobre el camino que aún queda por recorrer. “Sigue dibujando Palestina”. Sigue dibujando Palestina.


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