11. Febrero, en su declaración, Luis Rubiales dijo: “No estoy en una posición como presidente, ya que tenía razón, como atleta, como otro grupo, y en ese momento tenía que tener la sangre más fría y estaba en el papel institucional”.
Esta declaración interfiere: ¿Qué significa ofrecer una imagen institucional? ¿Es esa una decisión arbitraria? ¿Pueden ser caprichos personales? Para responder para comenzar esta historia en la que se entrelazan tres elementos: institución, rendimiento e imagen. Veamos su interdependencia.
Pegado de identidad
Cuando tuvo un comportamiento inapropiado después de la victoria del equipo femenino español en la Copa del Mundo, Luis Rubiles fue el presidente de la Royal Spanish Football Alliance (RFEF). La institución que se construye en sus signos de identidad en valores como el título de servicio, transparencia, respeto, integridad y excelencia.
Además, establece un fuerte compromiso con la igualdad y la sostenibilidad, integrando estos valores en su política institucional. De hecho, tiene un departamento de igualdad, responsabilidad social y sostenibilidad, desde donde se desarrollan políticas y acciones que promueven la cultura inclusiva y sostenible en el campo deportivo.
La identidad corporativa de la institución es una declaración solemne que habla sobre sus creencias a través de la definición de sus atributos y valores. Esto actúa en absoluto como una representación, implica su comportamiento y determina el comportamiento y las opiniones públicas que tratan o avisan. Pero incluye algo más: todos los miembros de la organización comparten atributos. Por lo tanto, se transmiten sólidos y armoniosamente conocidos, una institución concurrente.
Imagen como reflexión
Por otro lado, la imagen de la institución funciona como una representación mental en la imaginación colectiva de aquellos que observan lo que hace y lo que dice. Por lo tanto, si esta idea de “ofrecer una imagen” no tiene su significado en la identidad de la institución, el rendimiento funcionará desde redundante o peor, dará una imagen distorsionada y frágil de la organización.
Sin embargo, tangible que parece que las empresas e instituciones miran, siempre tienen un lado intangible muy poderoso y decisivo. La imagen técnica se construyó todos los sentimientos que la organización crea en público. Una buena imagen es un valor intangible muy potente.
Todavía hay organizaciones que creen que su imagen se limita al logotipo, la publicidad y la apariencia. Pero es esencial lo que no se ve a simple vista: reputación, valores, coherencia y confianza. Se construyó una buena foto todos los días, todos los días.
Todo todo el tiempo se comunica
La imagen fue construida con dedicación. Este valor no se crea de la noche a la mañana, coherencia, esfuerzo y tiempo para consolidar una identidad reconocible y de buena reputación.
Para que la institución sea vista como una referencia en aquellos valores en los que se enfocó, debe invertir tiempo y esfuerzos para fortalecer su reputación. Esto implica un comportamiento claro, de acuerdo con, firme y completo de estos valores en los que cree. Es un todo armonioso.
En algunas instituciones, como RFEF, cualquier acción bien administrada mejora la imagen de su compromiso auténtico con los deportes y la sociedad. Sin embargo, la negligencia y no crees lo que está defendiendo, rompiendo y distorsionó esa imagen que es un esfuerzo.
La gestión de imágenes es un compromiso continuo. La institución no puede ignorarlo porque siempre está presente. Un error en la acción o una crisis mal administrada puede dañar la percepción del público, lo que demuestra que al final su identidad no es muy valioso y su propósito de buscar el efecto social es frágil.
Si agregamos que es fútbol, más que deportes, una pasión que mueve a millones de personas, la institución que regula que debe comprender que la relación con su audiencia cubre más. No termina con la organización del torneo o la aplicación de regulaciones. La victoria de la victoria es una responsabilidad constante. No nos enfrentamos a algo trivial. Desear una imagen dada no es una máscara que se coloque o elimine por elección.
Un entorno complejo que cree que es fácil de manejar
Por un lado, la investigación social nos advierte sobre el escenario de desconfianza sin precedentes en el que vivimos. El 69% de la población cree que los líderes institucionales se basan intencionalmente en las instituciones desconfiadas como resultado del aumento de la desigualdad y la percepción de la falta de respuestas a los grandes desafíos sociales, entre otros factores.
Por otro lado, la movilización masiva del apoyo al jugador Jennifer Hermoso demostró que existe un contenido social indignado y exige responsabilidad y transformación. Capaz de eliminar el marco hegemónico de sus antecedentes subversivos y advirtió las políticas, la economía y la justicia.
La organización del juicio sabe que este momento requiere evaluar las prioridades y responder a un nuevo entorno. Se puede decir que hoy está inmerso en los nuevos marcos sociales necesarios para investigar. La organización de hoy debe definir sus valores de identidad y, además, debe determinarse en detalle y honestamente lo que no tolera.
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