En los tiempos en que la obediencia y la repetición son los pilares básicos del sistema educativo, la mujer italiana propuso una revolución tranquila: dar libertad a los niños para aprender por sí mismos. Maria Montessori (1870-1952), médica, pedagogo y filósofa, violada en términos de almacenamiento y disciplina rígidos, introduciendo el método centrado en la autonomía, la investigación activa y el respeto por los ritmos individuales de cada niño. Lo convirtió en un salón de clases en un espacio donde los niños se convierten en protagonistas de su propio aprendizaje y dejó el legado que decenas de miles de escuelas continúan en todo el mundo.
RETRATE Maria Montessori (1870-1952).
Su historia comenzó en Roma, donde se convirtió en una de las primeras mujeres que se graduó de la medicina en Italia. Sin embargo, pronto dejaría la medicina a través de las aulas. En su trabajo con niños con discapacidades intelectuales, descubrió algo revelado: proporcionarles un entorno adecuado, materiales manipuladores y libertad para actuar, muchos lograron los niveles de desarrollo con los de sus colegas con clases que consideraban “normales”.
Montessori publicó estas experiencias en Li’uausion dei Bambini Deficiocesica (1900) y luego las sistematiza en su trabajo más influyente, ideas generales sobre mi método. Manual práctico (1909). Le defendió que su propuesta era un método científico, basado en la observación sistemática, experimentando con materiales y verificación empírica del progreso de los niños.
Casa para niños
Este hallazgo fue solo el comienzo. 1907. Montessori abrió la casa de Bambini (casa infantil) en el ambiente de trabajo en Roma. Era un espacio simple y ordenado, con muebles adaptados de niños y materiales de enseñanza disponibles en Polines bajos. No tenía juguetes tradicionales, sino con recursos diseñados para favorecer la autonomía y la concentración. Este entorno preparado, innovador en su tiempo, permitió a los niños, entre 3 y 6 años manipular solo diferentes casos.
Lo que sucedió sorprendió a todos: los niños, en lugar de jugar desordenados o aburridos, concentrados, trabajaron en silencio y mostraron un respeto natural por los demás y el medio ambiente.
Nació el método: libertad, orden y respeto
Puede resumir el principio básico del método Montessori en la frase: “Ayúdame a hacerlo por mí mismo”. En lugar de conocimiento externo afuera, Montessori defendió el aprendizaje para establecerse del mismo niño. Los adultos, lejos de ser un transmisor de contenido, deben convertirse en una guía y observador. Una de sus frases más famosas es: “No hagas nada que pueda hacer por ti mismo”.
Los pilares de su propuesta son: libertad con responsabilidad, aprendizaje automático, entornos preparados, materiales sensoriales específicos y respeto profundo por el ritmo individual de cada niño. En un campo práctico, se traduce a:
Educación de la primera infancia (3-6 años): los niños trabajan con materiales sensoriales que desarrollan coordinación, habilidades motoras finas, percepción y lenguaje.
Educación primaria (6-12 años): proyectos de investigación y trabajo grupal en el aula, promoviendo autonomía y cooperación.
Educación secundaria (12-18 años): el enfoque se centra en conectar el aprendizaje con la vida real. Se promueven proyectos en la comunidad, se han promovido proyectos de emprendimiento y contacto directo con el medio ambiente social y natural.
Confirmado por neurociencia
Lo que parecía en su tiempo durante su tiempo, hoy se confirmó durante décadas de neurociencia y psicología del desarrollo: la autonomía fomenta la motivación interna y el aprendizaje significativo ocurre cuando está asociado con la experiencia. De hecho, muchas metodologías activas que se han promovido hoy (-bp de aprendizaje, servicios de aprendizaje, etc.) beben parcialmente de esta filosofía prefabricada, colocando a los estudiantes en el centro y conectando lo que aprendieron con la práctica.
Actualmente, el Instituto Montessori difiere del centro público tradicional, especialmente en la organización del aula (entornos preparados, materiales concretos, grupos multicapa), en el papel de los maestros como guía, no la mayor libertad de los estudiantes para elegir su forma de aprendizaje. Pero la brecha disminuyó: muchas innovaciones pedagógicas previamente se veían exclusivamente para Montesora son parte de la educación pública a través de programas de innovación y metodologías activas.
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Método no sin críticas
Sin embargo, su propuesta no es absuelta. Algunos acusaron el método de que era demasiado individualista o no estructurado.
Pero estudios recientes se muestran de manera diferente. La investigación publicada en Science reveló que los niños fueron educados en Montessores superaron a sus compañeros en habilidades sociales, cognitivas y de lectura. Además, en un mundo donde la creatividad, la empatía y la capacidad autónoma para aprender de Montessori moderno y esencial es cada vez más relevante.
Detrás del aula: impacto global
Hoy, en más de 100 países hay más de 20,000 escuelas de Montar, de los Estados Unidos en India. Incluso algunas compañías tecnológicas han adoptado los principios de los métodos en sus oficinas, inspiradas en el hecho de que las figuras como Larry o Sergei Brin (Google Cofin) o Jeff Bezos (Amazon) educaron con esta filosofía. Incluso especula si Montessori es el proceso del éxito de estas dos empresas.
Mientras Montessori estimula la autonomía, la curiosidad y el aprendizaje autoidéntico, las habilidades que contribuyen a la innovación y el espíritu empresarial, los datos influyentes del apoyo del mundo tecnológico y promueven este modelo.
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Legado de Montessori
Maria Montessori no nos dejó solo un método pedagógico. Él soldó una visión diferente de su infancia: uno que no subestima, no esconderse, no a la imposición, sino a creer. Para ella, la niña no era un adulto en miniatura o un contenedor que se haya cumplido, sino el desarrollo, dotado de potencial y dignidad.
En una sociedad, que aún lucha por transformar sus sistemas educativos, Montesora pensó que se descubrió más electricidad que nunca. Mientras escribe en uno de sus textos más famosos: “La primera tarea de educación es sacudir la vida, pero dejar que se desarrolle libremente”. Un desafío que sigue en pie.
En el mundo con estímulos saturados y procedimientos urgentes, su método es una citación para toda la atención, verdadera curiosidad y un profundo respeto por los procesos de crecimiento. Tal vez es por eso que, en lugar de ser la pedagogía del pasado, Montessori es cada vez más pedagogos del futuro.
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