Miguel Uribe Turbai muere y la democracia colombiana pierde la voz para la discalación y la discusión

Periodista ANASTACIO ALEGRIA
7 Lectura mínima

La muerte de Miguel Uribe Turbai, que ocurrió el 11 de agosto de 2025, agrega una lista de episodios que marcaron la historia política colombiana con la tragedia del líder empujado temprano. Hace solo dos meses, 7. Junio, el senador presidencial y candidato sobrevivió al ataque en Bogotá. Este evento inevitablemente causó el asesinato de su madre, la periodista Diane Turbai, 1991., Durante la fallida operación racial después del secuestro, ordenó drogas sobre las drogas Pablo Escobar.

En varias entrevistas, Uribe informó que perdonar responsable de la muerte de su madre, su forma de violar el ciclo de venganza que causó tanto país. Al igual que otros líderes de su generación que, desde diferentes costas ideológicas, enfrentaron tragedias familiares similares, Uribe eligió participar en la vida pública de Colombia. Para ellos, la política no era una venganza de vehículos, sino un compromiso para preservar la discusión y la multitud que apoya al estado.

Continuidad de la historia inacabada

La política colombiana vio que los líderes que llevaron a cabo el cambio fueron asesinados en los momentos gobernantes. Jorge Eliecer Gaitan 1948; Luis Carlos Galan 1989; Carlos Pizarro 1990; Y los líderes de la comunidad partiótica de la Unión, víctimas de exterminio político que la corte interamericana describió como sistemática.

Uribe Turbai es un símbolo que excede su camino individual; Hoy, nos recuerda que ni en Colombia ni en cualquier otra eliminación del estado pueden usarse como un método político. Su vida reflejó la idea de que la oposición involucra los argumentos diferentes, discusión y enfrentamiento. En ese sentido, su presencia, y ahora su ausencia, inscribe a un país que solo puede mantener su democracia solo si el desacuerdo se conserva como real y no se convierte en un veredicto de silencio.

País, soberanía y democracia bajo presión

La desaparición del líder establece algunas preguntas: ¿puede el estado cumplir con su deber de garantizar la vida y la participación política sin miedo? El estado, definido por su territorio, población y poder soberano, pierde legitimidad cuando uno de estos polos, la seguridad, se rompe.

El politólogo italiano Giovanni Sartori advirtió que la democracia no solo fue apoyada en elecciones periódicas, sino en el ecosistema de libertad y garantías que permiten la oposición sin amenazas. Por su parte, el estadounidense Robert Dahl habló sobre el “gobierno de muchos” y enfatizó que el pluralismo político es una condición para cualquier poliarca funcional.

La muerte de Uriba turbai no es solo una tragedia personal o partidista; Se sorprende con estos ideales.

Este asesinato llama a la soberanía de Colombia. Es, la autoridad suprema del estado en su territorio y su población. Cuando los actores armados, las redes criminales o las ideologías intolerantes se rigen por limitar la acción política, la soberanía se convierte en un concepto incompleto. Y aquí, existe el riesgo de empeorar nacionales nacionales y tentaciones de que las personas que excluyen a quienes piensan de manera diferente, tan débil el concepto de la nación como el plural de la comunidad.

Nacionalismo y riesgo de enemigo interno

La historia latinoamericana ofrece lecciones claras. El nacionalismo liberó la fuerza en los procesos de independencia, pero también una herramienta para justificar las persecuciones políticas. La literatura regional lo mostró precisa. Mario Vargas Llosa – escritor, ensayista, político, ya advirtió de proyectos que sofocaban la variedad en nombre de la nación.

En Colombia, la desaparición del oponente abre un vacío que no es procesado por una decisión democrática, se puede encontrar con discursos que buscan la unidad a través del miedo. Es un punto en el que la nación lidere el riesgo de convertirse en una historia exclusiva, donde la desviación se interpreta como una traición.

Memoria y advertencia

La vida y la muerte del diálogo Miguel Uribe Turbai con una advertencia final de cien años del solismo: Macondo no ha desaparecido debido a la falta de historia, sino al exceso de olvido. Gabrijel García Markuez, quien declaró en las noticias sobre el secuestro de la familia de Turbai, se dio cuenta de que la memoria no era solo recordar los hechos, sino también que se repetían.

En la política colombiana, olvidar el asesinato político significa permitir que la historia reescribiera la misma arma. Uribe llevó su carrera a un compromiso con un camino institucional, incluso después de que la violencia interpretó completamente a su familia. La nación no debería permitir esa parte de su legado.

Compromiso que trasciende las ideologías

Además de sus posiciones políticas, algunas controvertidas para sus críticos, emblemáticos para sus partidarios, Uribe representaba una pieza de pluralismo que la constitución de Colombia era 1991. años para garantizar. Sin votos divergentes, la democracia se empobrece y los ciudadanos pierden el derecho a una discusión amplia y real.

Su ausencia, por lo tanto, la pérdida para toda la nación, no solo para el sector político. Como lo indica el politólogo y filósofo de Isaías Berlín, la libertad requiere no solo leyes e instituciones: también necesita un espíritu público que lo defienda incluso antes de sus excedentes. La tarea de preservar que el espíritu no solo se adapta al estado, sino también a la sociedad civil que debe rechazar cualquier intento de normalizar inaceptable.

Colombia, que sobrevivió a las guerras, los magnificadores y los pantalones de crecimiento, una vez más enfrenta el desafío de decidir si su historia será una repetición o transformación. En unas pocas semanas, será crucial que todos los actores democráticos estén acostumbrados.

Las elecciones del Congreso serán 8. Marta 2026. Años, mientras que los presidentes se llevarán a cabo el 31 de mayo. Este período que ahora comienza ahora los actores son conscientes de sus responsabilidades. Defiende que la democracia no está esperando los resultados, sino para comprometerse con cualquier votación, discusión y participación consciente de los ciudadanos.


Descubre más desde USA Today

Suscríbete y recibe las últimas entradas en tu correo electrónico.

Comparte este artículo
Deja un comentario

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

es_ESSpanish

Descubre más desde USA Today

Suscríbete ahora para seguir leyendo y obtener acceso al archivo completo.

Seguir leyendo