Misiles de propulsión nuclear: un ingeniero aeroespacial explica cómo funcionan y qué significa la supuesta prueba de Rusia para la estabilidad estratégica global

Periodista ANASTACIO ALEGRIA
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El presidente ruso, Vladimir Putin, vestido con uniforme militar, anunció el 26 de octubre de 2025 que Rusia había probado con éxito un misil de propulsión nuclear. De ser cierto, tal arma podría proporcionar a Rusia una capacidad militar única que también tendría implicaciones políticas más amplias.

Se informó que el misil, llamado Burevestnik, fue probado con éxito sobre el Océano Ártico después de años de desarrollo y varios vuelos de prueba iniciales anteriores, uno de los cuales resultó en la muerte de cinco científicos nucleares.

Soy un ingeniero que estudia sistemas de defensa. Así es como funcionan estas armas, las ventajas que presentan sobre los sistemas de misiles convencionales y su potencial para perturbar la estabilidad estratégica global.

Cohetes de propulsión convencional

Los misiles han sido utilizados por militares de todo el mundo durante siglos y vienen en una amplia variedad de diseños caracterizados por su misión, alcance y velocidad. Se utilizan para dañar y destruir una amplia gama de objetivos, incluidas instalaciones terrestres como bases, centros de mando e infraestructuras profundamente enterradas; barcos; aviones; y potencialmente naves espaciales. Estas armas son operadas desde tierra por el ejército, desde el mar por buques de guerra y desde el aire por cazas y bombarderos.

Los misiles pueden ser tácticos, con un alcance relativamente corto de menos de 500 millas, o estratégicos, con un alcance largo de miles de millas. Los misiles se dividen en tres categorías generales: balísticos, de crucero e hipersónicos.

Los misiles balísticos se lanzan sobre cohetes. Después de que el cohete arde, el cohete vuela a lo largo de un arco predecible que lo expulsa de la atmósfera al espacio y luego de regreso a la atmósfera hacia el objetivo.

Los misiles de crucero tienen un motor adicional que se enciende después de que el cohete se quema, lo que permite que el cohete vuele rutas programadas, generalmente a bajas altitudes. Estos motores funcionan con una mezcla de productos químicos o combustible sólido.

Los misiles hipersónicos vuelan más rápido que la velocidad del sonido, pero no tan rápido como los misiles balísticos intercontinentales o los misiles balísticos intercontinentales. Se lanzan en cohetes más pequeños que los mantienen en las zonas superiores de la atmósfera. Un vehículo planeador hipersónico se eleva a gran altura y luego se desliza hacia su destino, maniobrando a lo largo del camino. Un misil de crucero hipersónico aumenta a velocidad hipersónica y luego utiliza un motor que respira aire llamado scramjet para mantener esa velocidad.

Cómo funcionan los cohetes de propulsión nuclear

Los misiles de propulsión nuclear son un tipo de misil de crucero. Los diseños suelen tener forma de scramjet. Un sistema nuclear térmico utiliza la fisión del combustible nuclear para agregar energía a una corriente de aire que luego se acelera a través de una boquilla para crear empuje. De esta forma, la fisión del material nuclear sustituye a la combustión química de los motores de misiles de crucero tradicionales.

El concepto de un scramjet de propulsión nuclear es simple, aunque su construcción es extremadamente desafiante. Laboratorio Nacional Lawrence Berkeley

La densidad de energía (la cantidad de energía liberada por unidad de masa de combustible) disponible a través de la fisión nuclear es millones de veces mayor que la liberada por los combustibles químicos. Esta característica significa que se puede utilizar una cantidad relativamente pequeña de combustible fisible para propulsar un misil durante períodos de tiempo mucho más largos que los propulsores químicos.

Estados Unidos investigó el desarrollo de un misil de propulsión nuclear en los años 1960. El esfuerzo, Proyecto Plutón, fue abandonado debido al rápido progreso que se estaba logrando al mismo tiempo en los misiles balísticos intercontinentales, así como a las preocupaciones sobre la contaminación ambiental asociada con los sistemas nucleares.

Ventajas del vuelo con propulsión nuclear

Una ventaja clave de los cohetes de propulsión nuclear es la energía adicional, que les permite volar más lejos, más lejos, más rápido y más bajo en la atmósfera mientras realizan una amplia gama de maniobras. Por estas razones, plantean un desafío importante para los mejores sistemas de defensa antimisiles.

El ejército ruso afirma que el misil Burevestnik voló 8.700 millas a baja altitud en un período de 15 horas. En comparación, un vuelo aéreo de San Francisco a Boston cubre 2.700 millas en seis horas. Aunque el vehículo Burevestnik no vuela particularmente rápido para ser un misil, probablemente sea maniobrable, lo que dificulta la defensa contra él.

Desafíos del uso de la energía nuclear

La enorme cantidad de energía liberada por la fisión fue un desafío técnico clave para el desarrollo de estos misiles. El alto nivel de energía requiere materiales que puedan soportar temperaturas de hasta varios miles de grados Fahrenheit para evitar que el misil se autodestruya.

En términos de seguridad, la tecnología nuclear ha encontrado un uso muy limitado en el espacio debido a la preocupación por la contaminación por radiación si algo sale mal, como un lanzamiento fallido. Los mismos problemas se aplican a las municiones de propulsión nuclear.

Además, es posible que dichos sistemas deban permanecer almacenados de forma segura durante muchos años antes de su uso. Un ataque enemigo a un depósito de armas que contenga armas de propulsión nuclear podría provocar una fuga masiva de radiación.

El desarrollo inicial de un misil de propulsión nuclear por parte de Estados Unidos en las décadas de 1950 y 1960 terminó cuando quedó claro que la idea era un desafío estratégico y ambiental. El burevestnik ruso y la estabilidad global

El nuevo misil ruso Burevestnik lleva más de 20 años en desarrollo. Aunque se conocen pocos detalles técnicos, los funcionarios rusos afirman que puede maniobrar para eludir los sistemas antimisiles y antiaéreos.

Las armas nucleares fueron la base de la disuasión mutua entre la Unión Soviética y Estados Unidos durante la Guerra Fría. Ambas partes entendieron que un primer ataque de un lado sería seguido por un contraataque igualmente destructivo del otro. El miedo a la destrucción total mantenía un equilibrio tranquilo.

Varios acontecimientos amenazan el equilibrio de poder actual: mejores sistemas de defensa antimisiles, como el planificado Gold Dome de Estados Unidos y avances en misiles altamente maniobrables. Los sistemas de defensa antimisiles tienen el potencial de bloquear un ataque nuclear, y los misiles de crucero de baja altitud tienen el potencial de llegar sin previo aviso.

Entonces, si bien gran parte de la reacción al anuncio de Rusia de su nuevo misil de propulsión nuclear se ha centrado en sus desafíos de defensa, una preocupación más importante puede ser su potencial para desestabilizar completamente la estabilidad estratégica global.


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