Es más probable que esta situación en una casa donde un niño o una niña vive alrededor de 11 años. Preteen llega de la escuela y les pide a los padres que se unan a WhatsApp Group porque todos sus amigos están allí. La edad promedio del uso del teléfono móvil en España es de 10.84 años. La presión social que es uno de los primeros tiempos es real, pero ¿es una buena idea?
Algunas de las principales solicitudes de mensajería y redes sociales, como WhatsApp, establecen un mínimo de cada país: en Corea del Sur, se espera que tenga 16 años y en España en España y en España y en España y en España, y en España 16 años. A pesar de esto, muchos niños se registraron anteriormente, a veces sin conocimiento o permiso para adultos, para evitar sentirse aislados.
Antes de decidir si un niño debe usar WhatsApp por razones prácticas o sociales, es esencial evaluar si es la mejor alternativa a pesar de las buenas intenciones. Hay aplicaciones de redes sociales y mensajes que se centran especialmente en la infancia, como Zigazoo o Justellk Children’s Messenger, a través de los cuales se pueden reducir numerosos riesgos para los menores en WhatsApp y otras plataformas.
Vulnerabilidad y supervisión
Los estudios muestran que el uso de teléfonos móviles sin un control cuidadoso de los padres aumenta el riesgo de ciberbuloso, uso problemático y comportamiento dañino para el desarrollo social.
Entre 10 y 16 años, los niños son especialmente vulnerables a la presión grupal, la impulsividad y los riesgos para sus autoevensiones. Aunque unos Pretens, de 13 años, son muy maduros, y otros aún no están, la decisión debe basarse en la madurez de un niño, su auto-matado y su capacidad para participar en conflictos y desplazamientos, así como el impacto de sus compañeros.
Que debemos saber
Antes de permitir el acceso, es necesario preparar a los menores para que su primera experiencia en los grupos de mensajes sea positiva y segura. Este aprendizaje debe comenzar en la familia y continuar en la escuela.
Enseñar las reglas de dicho níquel aural es esencial: cómo generalmente participamos en respeto y cortesía, debemos aprender a respetar la conversación de buena reputación en el entorno digital, donde la empatía también puede referirse a la empatía y la intención del mensaje.
A Lire Aussi: ¿Por qué es fácil convertirse (involuntariamente) en Digital Edge?
¿Qué se puede y qué hay que compartir?
Además, se pueden establecer reglas claras y acordadas sobre el uso del uso y lo que se puede compartir, con quién y cuándo. Debe aprender a no compartir información personal, fotos privadas o información sobre su ubicación o hábitos.
Otro aprendizaje esencial es practicar los mensajes, chistes o reaccionar de respuesta (o no responder). Estas reuniones no son ciertas, pero requieren apoyo continuo, porque las situaciones están evolucionando durante la adolescencia.
¿Cómo realizar vigilancia digital?
El monitoreo no significa espiar o prohibir, sino activo y progresivo. Es importante crear una cultura familiar y escolar que las prioridades enfrenten la comunicación y el tiempo libre por encima del intercambio virtual y las reservas sin libros. Es crucial adaptar el nivel de control a la edad y la madurez del niño, manteniendo un diálogo abierto.
Durante los primeros años, se recomienda que los padres tengan acceso a contraseñas y revisen periódicamente mensajes, explican previamente las razones de estas críticas basadas en la cooperación con el niño. Los controles de los padres le permiten limitar el tiempo y el uso de contenido y garantizar la privacidad y la seguridad. Esto también le permite ver contactos y grupos para que los menores puedan dejar a aquellos que no se sienten cómodos.
La buena práctica es promover una participación gradual: comience solo con grupos familiares o amigos muy cercanos, y luego expandir gradualmente el círculo a medida que muestran responsabilidad y acoplamiento.
Un ejemplo de adultos es crucial: los padres deben monitorear sus propios teléfonos celulares y modelar cómo manejar los conflictos y la privacidad digital.
¿Cuánto tiempo se tarda en ser monitoreado?
No hay edad concreta para poner fin a la supervisión, pero algunos indicadores: cuando Maloluk muestra responsabilidad, sabe cómo solicitar ayuda, respeta las normas y administrar bien los conflictos, el monitoreo puede ser más discreto.
Sin embargo, la adolescencia es una fecha límite especialmente vulnerable; Por lo tanto, es apropiado continuar la supervisión, incluso menos intrusivo, al menos hasta 16 años.
Entre 13 y 16 años, se recomienda la edad legal de usar mensajes personales y redes sociales:
Acompañamiento activo: conoce actividades, amigos y preocupaciones del niño, que muestra afecto y apoyo. Los adultos deben estar presentes durante el acceso a Internet y el uso de dispositivos, liderando y explicando riesgos y buenas prácticas.
Control de contenido: filtre y limite el acceso a contenido inapropiado, restrinja la instalación y la participación de la aplicación en redes sociales o grupos de mensajería.
Establecimiento de rutina: refrigerios y tiempo de uso y alentar actividades fuera de la pantalla.
Educación en habilidades digitales: enseñanza para identificar situaciones riesgosas y solicitar ayuda cualquier problema.
Más tarde, aunque se reduce la vigilancia, los adultos deben continuar siendo referenciados, estar disponibles para resolver dudas o problemas y cuidadosamente para arriesgar personajes como adicción, aislamiento o comportamientos problemáticos.
En resumen, la decisión sobre cuándo debería ser posible acceso a los grupos de mensajería debe basarse en la madurez de la supervisión pequeña y activa y el monitoreo continuo, la seguridad de la prioridad siempre prioritaria y el bien emocional.
Descubre más desde USA Today
Suscríbete y recibe las últimas entradas en tu correo electrónico.