Hoy en día, muchos telas obtienen tratamientos que cambian la naturaleza de sus propiedades, ya sea que dan un toque más suave, apliquen un acabado antiman o proporcionan propiedades de encendido o anti-Bolorado. Como consecuencia, la ropa para la inclusión de estas ventajas funcionales, la tracción de la ropa de sustancias que no solo permanecen en la ropa, sino también en nuestro cuerpo y medio ambiente.
A la larga, puedo causar cambios en nuestro cuerpo y ecosistemas, preguntando a la industria textil como una de las principales responsables de esta contaminación química.
Fronteras planetarias olvidadas: contaminación química
En los últimos años, el impacto en el medio ambiente y su contribución a la crisis climática estuvieron en el centro de atención, especialmente por su consumo de agua y energía. Sin embargo, sus efectos en el borde planetario de la contaminación química recibieron mucha menos atención.
Esta restricción se refiere a la cantidad de sustancias sintéticas y permanentes que nuestra biosfera puede tolerar sin ver sus funciones vitales. La contaminación química o la emisión de estos nuevos compuestos antropogénicos es, sin duda, uno de los procesos que pueden cambiar otros límites importantes, como la integridad de los ecosistemas, la calidad del suelo y el agua dulce o la acidificación del océano.
Utilizamos sustancias cuya toxicidad no ha sido evaluada, lo cual es de alto riesgo, porque están dispersas en todo el planeta, alcanzan varios niveles tróficos y largas distancias, e incluso se acumulan en organismos vivos y tejidos humanos.
La evaluación del riesgo involucrado implica un desafío significativo, ya que requiere un análisis de su perseverancia, su bioacumulación y posibles efectos sinérgicos que pueden ocurrir cuando se combinan con otras sustancias y procesos ambientales.
A pesar de esto, su uso de la industria textil sigue sin control, y se publican cada vez más ensayos y encuestas, que muestran daños graves planteados para la salud de los planetas y las personas.
Si estas sustancias son dañinas en diferentes sectores, imagine cuán dañinos pueden ser en la ropa que nos siguen días en el día y en contacto directo con nuestra piel.
Forever Chemicals: PFA en ropa
Entre las sustancias que más se refieren a la comunidad científica se encuentran los compuestos de perfluoroalquilado (PFA), empleados en preparación de ropa con propiedades anti-Mans y impermeables. El problema es que estos productos químicos tienden a construir en órganos como las glándulas hepáticas o tiroideas y están asociadas con trastornos endocrinos, el metabolismo cambiante y el sistema inmune y reproductivo.
Además, debido a su enorme estabilidad, se conocen popularmente como Forever Chemicals, porque se pueden conservar en el área durante décadas. Podemos confirmar esto en varios estudios en los últimos años, incluido el trabajo de Harry Doyle, anunciado 2024. Agencia Europea de Medio Ambiente; O investigaciones del Instituto de Investigación Biosanitaria de Granada, dirigido por el profesor Nicolas Olej, referencia en España sobre el estudio y la propagación de los efectos de estos compuestos y su impacto en la salud.
Fibras sintéticas, riesgo para el cerebro?
El poliéster, el nylon o el acrílico, entre otras fibras sintéticas, desempeñan un papel central en el problema de la contaminación química. Cuando se lava o entrena, dan pequeñas partículas conocidas como microplastia. Su tamaño microscópico hace que sea más fácil ingresar al cuerpo en tragación, respiración o contacto dérmico.
En investigaciones recientes, la microplastia se encuentra en los órganos humanos tan íntimos como los pulmones, la manguera, la leche materna e incluso los placentos.
En ese año pasado, el descubrimiento de microplastias en la sijalica olfativa también establece un cierto interés, que está en el cerebro, lo que indica la posibilidad de cruzar ciertas barreras protectoras del sistema nervioso.
Además, otro estudio ha identificado concentraciones más altas de estas partículas en personas con enfermedades neurodegenerativas, como la demencia, la hipotesización que aumenta que su presencia podría estar relacionada con los procesos transitorios de degeneración en la neurona.
Por otro lado, muchos compuestos químicos involucrados en la producción textil se consideran endocrinas malcronadas, capaces de no balancearse insertados por nuestro sistema hormonal. Está conectado a problemas de fertilidad, cambios metabólicos, como diabetes, inflamación crónica y obesidad, y el desarrollo de ciertas enfermedades crónicas como el cáncer, según la Organización Mundial de la Salud.
Por su parte, se observó que cierta microplastia también sirve como un medio de otras sustancias tóxicas, que ingresan a nuestro cuerpo pueden comenzar otra toxicidad y cambiar el sistema inmune.
¿Qué podemos hacer?
El primer consejo es informarnos antes de comprar para evitar PFA y otros tratamientos agresivos. También podemos elegir materiales renovables o certificados, que limitan las emisiones de microfibar. Por otro lado, es apropiado, extender una vida útil de ropa: el primer lavado es más contaminante.
En cuanto a las políticas públicas, es necesario fomentar la investigación y el desarrollo en materiales biodegradables sin productos químicos tóxicos.
Es importante solicitar la responsabilidad a las empresas del sector de acuerdo con las investigaciones mencionadas anteriormente para reducir la exposición a largo plazo a productos químicos peligrosos. Dado que nuestra ropa está acompañada y constantemente en contacto con nuestra piel, la evidencia sugiere que sería aconsejable promover una práctica para las prácticas electorales materiales.
La generación de nuevos certificados textiles que pueden medir el uso y la perseverancia de estos verdaderos compuestos, así como las microfibas de plástico, debería ser uno de los objetivos de la economía circular en esta industria. Gracias a esto, ciertas prácticas se pueden cambiar y se puede informar al consumidor para decidir conscientemente su compra.
Descubre más desde USA Today
Suscríbete y recibe las últimas entradas en tu correo electrónico.