Si le pedía que pensara en alguien con diabetes, probablemente conozca a una persona en su círculo. No es accidental, porque una de cada once personas sufren. Actualmente estamos hablando de unos 589 millones de casos en el mundo, y el número continúa creciendo. La Federación Internacional de Diabetes estima que en 2050. Podrían alcanzar los 852 millones.
Hemos enfrentado una de las grandes epidemias del siglo XXI. Pero la lupa es que, según los expertos, se puede prevenir la diabetes tipo 2. Entonces, ¿por qué aún aumentar sin control?
Un proceso tranquilo
Para comprender la diabetes tipo 2, primero debe hablar sobre una hormona clave: la insulina. Su función es permitir que la glucosa ingrese a las células y se transforma en energía. En las personas con esta enfermedad celular se vuelven resistentes a la insulina. Inicialmente, Pankreas aumenta su producción para compensar, pero con el tiempo expira. Como resultado, la glucosa acumula sangre, que creó diabetes tipo 2.
Este procedimiento aparece gradual y silenciosamente. Los primeros signos no crean síntomas obvios, lo que hace que las personas sean conscientes de que sufren hasta que llegan al examen médico o complicaciones.
Por lo tanto, nos afecta lo que nos rodea
Cuando pensamos en la diabetes tipo 2, generalmente imaginamos a una persona mayor, de peso demasiado pesado, sentado en el sofá y con la bolsa sin alimentos sin valor en sus manos. Y, aunque las influencias de estilo de estilo, esta imagen es solo una parte de la historia.
El concepto clave para comprender el origen de la diabetes tipo 2 está expuesto. Con este nombre, nos referimos a un conjunto de factores ambientales que estamos expuestos durante toda la vida y que afectan nuestra salud. No solo hace lo que comemos o practicamos, sino sobre todo lo que nos rodea y cómo se comunica con nuestro cuerpo.
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Uno de los factores más comunes es así, que es un gasto externo externo, que alude al entorno en el que vivimos. Imagine a una persona que vive en una gran ciudad, en un vecindario con un alto nivel de contaminación, un pequeño ingreso y se ocupa de una gran carga de estrés. Bueno, solo vivo allí, tiene un mayor riesgo de tipo 2. Diabetes. La investigación mostró que la exposición a largo plazo a la contaminación del aire puede cambiar el metabolismo y aumentar la resistencia a la insulina.
En este contexto, existe un nivel más específico conocido como exposición externa externa modificada, que cubre esos hábitos que podemos cambiar. Este es el alimento y la actividad física, factores que se asocian tradicionalmente con el tipo 2. La diabetes del azúcar aumenta la glucosa en sangre y la falta de contribuciones de ejercicio a la resistencia a la insulina. Sin embargo, estas elecciones individuales también están condicionadas por el medio ambiente, las normas sociales y las oportunidades que cada persona tiene a su disposición.
Mirando por dentro
Y finalmente, las exponiciones internas, lo que sucede en nuestro cuerpo, también juega un papel fundamental. El ejemplo clave es una microbiota intestinal, un conjunto de bacterias que habitan nuestro sistema digestivo y que afectan los alimentos. Se ha demostrado que los microbioti modificados pueden afectar el azúcar en la sangre y aumentar el riesgo de riesgo de insulina.
Del mismo modo, ciertos medicamentos, como los antibióticos y los corticosteroides, pueden modificar el metabolismo de la glucosa y contribuir al desarrollo de la enfermedad.
El medio ambiente afecta la apariencia de la diabetes
Por lo tanto, la diabetes tipo 2 no es solo el resultado de malas decisiones personales, sino interacciones complejas entre los factores biológicos, ambientales y sociales. Comprender esta realidad es esencial para el diseño de estrategias de prevención y resolución eficientes desde una perspectiva más amplia.
Hasta ahora, nos hemos centrado en los alimentos y el ejercicio físico porque son variables modificadas y dependen de las decisiones individuales. Sin embargo, ¿es suficiente centrarse solo en la responsabilidad personal? La realidad es vivir en un entorno que favorece la aparición de diabetes tipo 2.
Primero, la comida poco saludable es más asequible y barata de comida fresca. En segundo lugar, los automóviles, los ascensores, los días laborales largos y el tiempo libre digital han reducido drásticamente la actividad física. Y, como si eso no fuera suficiente, el estrés crónico aumenta el cortisol, favoreciendo la resistencia a la insulina. Por lo tanto, la solución no solo puede caer en el individuo.
Políticas que salvan vidas
Necesitamos estrategias de gran vía relacionadas con el problema de la raíz. Es esencial para la implementación de políticas que limitan la publicidad y el acceso a los productos ultra denujos, reducen el uso de azúcar agregada y promueven opciones saludables asequibles.
Además, el diseño urbano debe facilitar la movilidad activa: las ciudades con más espacio peatonal, el ciclo seguro y el acceso a las áreas recreativas pueden marcar la diferencia en la actividad física cotidiana. La educación también juega un papel fundamental si se incluye el conocimiento de los hábitos saludables y la prevención.
Todavía estamos a tiempo
Si no estamos actuando ahora, el impacto en los sistemas de salud y salud será devastador. Pero todavía estamos a tiempo para cambiar la historia de la diabetes tipo 2.
Porque no solo sobrevivió, sino un ajuste inteligente al medio ambiente que se contrae. Como dijo Darwin, “no sobrevive a las especies más fuertes o más inteligentes, sino lo que reacciona mejor para cambiar”. Es hora de cambiar las reglas del juego.
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