El potencial de las redes sociales en el campo de la salud es innegable. Las plataformas como Twitter (ahora X), YouTube, Facebook, Instagram y Tiktok tienen un enfoque democrático para la prevención de la salud, los tratamientos y los hábitos, además de permitir la creación de profesionales y pacientes de la comunidad que comparten experiencias, dudas y apoyo emocional. Esta interacción puede mejorar el cumplimiento de los tratamientos y contribuir a los beneficios de quienes viven con enfermedades crónicas.
También descubrieron como un medio poderoso de diseminación científica. Los trabajadores de la salud e investigadores pueden comunicar los hallazgos, luchar contra Bulov y ofrecer instrucciones directas al público en general.
Bulus atractivo y convincente
Sin embargo, la misma velocidad con la que la información extiende una espada doble cuando el contenido no contrasta adecuadamente. La desinformación se dilata fácilmente y puede llegar a millones de personas en unas pocas horas antes de que fuera rechazada. Las noticias falsas, las teorías o consejos de pseudociencia sin una base clínica se presentan de una manera atractiva y convincente, que ha sido aún más difícil de distinguir información confiable y contenido engañoso.
El ejemplo reciente se puede ver en los estudios 2025. La Universidad de Sydney (Australia), que fue analizada por aproximadamente 900 publicaciones en las que las influencias promovieron pruebas médicas, como escáneres de cuerpo completos o “temporizador” para predecir “prueba de temporizador”. Para predecir la “prueba de temporizador”. Más del 80% de estos mensajes tenían un tono claramente promocional y apenas mencionaban las limitaciones o la ausencia de evidencia científica.
A cambio, se documentaron más de 500 toro de temas de salud en España, como la promoción de supuestas terapias contra el cáncer “naturales”, infusión de bicarbonato o niño maravilloso. Muchos de estos fraudes se construyeron sobre fuentes aparentemente confiables pero manipuladas o descontaguda.
Confidencialidad, en cuestión
Uno de los mayores desafíos de los trabajadores de la salud es proteger la confidencialidad del paciente en entornos digitales. Aunque existen regulaciones claras de protección de datos, imágenes compartidas, anécdotas clínicas o casos, aunque anónimos, pueden significar violaciones de los derechos básicos.
Agrega una realidad preocupante: muchas plataformas digitales no tienen suficiente política estricta para garantizar la información de salud. El resultado puede ser una filtración de datos confidenciales o su uso irregular para fines comerciales, y que el usuario es plenamente consciente.
Varios casos recientes significan fragilidad de privacidad en entornos digitales. Las aplicaciones de salud de las mujeres mostraron que una gran parte de estos servicios recopila y comparte datos íntimos con terceros sin políticas claras o consentimiento informado. En España, el JAZ en la Sociedad Española de Oncología presentó información clínica a más de 2,000 pacientes, mientras que la farmacia fue castigada con 3,2 millones de euros para enviar datos confidenciales a la compañía objetivo sin informar a los usuarios.
La capacitación y la ética digital con ciber-circulación deben ser una prioridad en el campo de la salud para garantizar la gestión de información adecuada. Sepa cómo, cuándo y qué compartir (y qué no) sobre las redes sociales, parte del plan de estudios debería ser parte del plan de estudios en todas las disciplinas de salud.
Exposiciones excesivas de profesionales
En los últimos años, se produjo una presión creciente hacia los baños para mantener la “presencia activa” en las redes, ya sea comparte contenido educativo, resolviendo dudas o participación en campañas de sensibilización. Aunque este trabajo puede tener un impacto positivo, también conlleva los riesgos de sobrecarga, fatiga digital y uso emocional.
La interacción permanente, el malware o la exposición pública a las críticas afectan la buena bebida de muchos profesionales. Es necesario identificar estos riesgos y encontrar formas de apoyarlos, sin requerir una participación digital que continúe dañando su salud mental o rendimiento clínico.
E inteligencia artificial?
El fenómeno disponible que agrega complejidades panoramas es el uso de inteligencia artificial (IA) en la búsqueda y expansión de la información de salud. Herramientas como asistentes virtuales, chatbots o motores de búsqueda con IA se transforman a medida que abordamos los datos médicos. Sin embargo, su confiabilidad depende de la calidad del contenido de que estén capacitados.
Además, los algoritmos tienden a ajustar la información que muestra, refuerza las condenas anteriores en lugar de ofrecer contenido que haya escrito evidencia. Este certificado de confirmación, mejorado por la tecnología puede deteriorar la difusión del bulus y generar desconfianza de las fuentes oficiales.
¿Qué podemos hacer?
Dada la creciente influencia de las redes sociales en el campo de la salud, es esencial para la promoción del uso responsable y consciente de estas plataformas. Es necesario desarrollar estrategias para combatir la desinformación a la verificación del contenido y la educación de la alfabetización mediática.
Las campañas para crear conciencia pueden ayudar efectivamente con esto, la educación del usuario sobre cómo evaluar la credibilidad de la información consumida y la participación. Además, los trabajadores de la salud deben asumir un papel proactivo en la expansión de la verdadera y las exhibiciones.
Se deben establecer reglas claras para proteger los datos de salud en entornos digitales, lo que garantiza la confidencialidad del paciente. Las plataformas deben aplicar políticas más estrictas y asumir más responsabilidad por contenido engañoso o peligroso para la salud pública.
El desafío es encontrar un equilibrio entre el uso de los beneficios ofrecidos por estas herramientas y la privacidad y la ética profesional. Con acceso crítico y regulado, las redes sociales pueden convertirse en un sólido recurso para la educación y la comunicación en la salud sin comprometer la integridad de la información.
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