La liga española anunció su intención de jugar el partido fuera de España, en Miami. En concreto, Villarreal-FC Barcelona, 20 de diciembre. Muchas voces como aficionados o jugadores se han alzado contra esta medida.
Las competiciones de Liga se organizan en dos rondas donde todos los equipos juegan un partido en casa y otro fuera de casa contra el resto de rivales. El sistema no es caprichoso. Muchos estudios han documentado que los equipos disfrutan de una ventaja cuando juegan en su estadio local. Los motivos pueden ser diferentes: no tienen que moverse para estar más descansados o más acostumbrados al terreno de juego. Pero hay un aspecto que parece vital: el papel de la presión social del público (jugador #12).
presión social
Los seres humanos somos sociales y nuestro pensamiento y comportamiento están influenciados por el comportamiento de los demás. Esta influencia social llega a todos los niveles. ¿Por qué los partidos políticos organizan mítines masivos con personas que ya están convencidas de votar por ese partido o publican encuestas internas que muestran buenos resultados electorales? Algunas investigaciones muestran que los votantes están influenciados por el apoyo público que perciben que tienen los diferentes candidatos.
Del mismo modo, el desempeño de jugadores y árbitros se ve afectado por la presión social de los espectadores que acuden al estadio.
La presión de todo el estadio sobre el árbitro. Una escena de la película Matías, el juez de línea (La cuadrilla, 1996). Fuente: FlikOle, YouTube. El experimento Covid-19
Aunque la ventaja de que los equipos jueguen en casa ya se ha descubierto antes, ha sido difícil aislar la influencia de la presión social de otras variables (menos viajes, menos terreno de juego, etc.). La pandemia ha permitido probarlo mediante un experimento social pasando a competiciones deportivas sin público. Numerosos estudios han reflejado la importancia de la presión social: la falta de público reducía la ventaja de los equipos que jugaban en casa.
Este factor social tenía dos componentes. En primer lugar, el impacto en la motivación de los jugadores cuando reciben el aliento de sus aficionados. Durante la crisis del COVID-19 las diferencias entre equipos locales y visitantes en cuanto a posesión, saques de esquina o tiros a portería se han reducido.
La participación de los futbolistas en el partido fue más similar que cuando los partidos se disputaron con público. Los jugadores locales siguieron participando más, pero la diferencia respecto al rendimiento de los visitantes fue mucho menor que cuando el partido se jugó con un estadio lleno de aficionados.
La presión social también afecta el juicio. Las investigaciones muestran que los árbitros muestran tarjetas y sancionan penaltis a los equipos visitantes con más frecuencia. Los estudios realizados durante la Covid-19 demostraron que este sesgo se reducía cuando los partidos se jugaban en estadios vacíos.
Presión social para el favorito y para el equipo humilde
Pero esa ventaja no es idéntica para todos los equipos. En un estudio reciente, descubrimos que la presencia de un público local es mucho más importante para los grupos más modestos. Por otro lado, el porcentaje de partidos ganados por los equipos fuertemente favorecidos que jugaban en casa apenas varió, ya sea que el partido se jugara frente al público o a puerta cerrada. Los equipos más modestos pasaron del 25,9% de victorias cuando jugaban delante de su afición a sólo el 16,4% cuando jugaban en casa y con su estadio vacío.
Fuente: Journal of Economic Behavior & Organization Presión social para un juez
La presión social no sólo afecta a los jugadores, sino que también afecta a los árbitros. Una forma de inferir este impacto es el número de tarjetas amarillas mostradas a los futbolistas. Si los equipos reciben más advertencias de este tipo cuando juegan en casa contra sus rivales, la presencia de los aficionados tuvo un efecto mayor en los árbitros que cuando el estadio estaba vacío.
Además, los equipos favoritos recibieron más amonestaciones cuando jugaban en casa sin aficionados que con público, porque la ausencia de público quitaba presión a los árbitros. A pesar de esta menor ventaja a la hora de juzgar, su calidad les permitió seguir siendo probables ganadores.
Por otro lado, la presión social a la hora de juzgar fue más relevante para los equipos modestos. Sin el apoyo de su afición, también sufrió una acción arbitral menos favorable, lo que afectó más sus resultados. A diferencia de los favoritos, los equipos humildes perdieron más partidos porque no contaron con la ventaja de la animación de su público.
El caso Villarreal-Barça y la Liga Americana
Dado que el partido de ida entre Villarreal y Barcelona se jugó en Miami, el equipo castellonense reduciría sus posibilidades de victoria al no enfrentarse a un equipo más fuerte en casa. Por el contrario, las posibilidades de victoria del equipo catalán aumentarían jugando el primer partido en un estadio neutral, y el de vuelta en su propio estadio.
Para explicar la decisión de jugar en Miami se hace referencia a los partidos que disputan en el extranjero las ligas estadounidenses de baloncesto o fútbol americano. La diferencia es que estos partidos corresponden a la fase regular de la competición, que consta de numerosos partidos. Sin embargo, los partidos de clasificación siempre se juegan en Estados Unidos y respetando las ventajas del equipo local.
En una liga como la española todos los partidos son decisivos porque el título se decide por diferencia de un punto. Por el contrario, en las ligas americanas los partidos más importantes se disputan en las fases eliminatorias, que se disputan en los estadios habituales de los equipos.
Descubre más desde USA Today
Suscríbete y recibe las últimas entradas en tu correo electrónico.

