Según el estudio, comer Torreznos podría estar saludable: ¿cómo se explica eso?

Periodista ANASTACIO ALEGRIA
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Tradicionalmente, los torresnos se consideraban alimentos mal recomendados para la salud cardiovascular debido a su alto contenido de grasas y sal. Sin embargo, el estudio científico se publicó en 2024. años, muestra que el consumo de este alimento, frito en fibra virgen extra, y no solo no exacerba los parámetros metabólicos, sino incluso para mejorar algunos indicadores de riesgo cardiovasculares en el riesgo no semanas.

¿Pero es eso suficiente para canjear esta comida icónica? ¿Puede el producto asociado con la tradición tener un lugar en una muestra de dieta que se considera saludable?

Los efectos del consumo de torso

Torres de Soria estaba hecho de tocino de cerdo curado y, después de eso, frito, generalmente en aceite de oliva. Actualmente tienen una marca de garantía. El producto debe considerar entre 35 y 60% de grasa y 15-25% de proteína, con una pequeña contribución de fibra o carbono, de acuerdo con las especificaciones de la designación de etiquetas geográficas protegidas. Aunque es el alimento de origen animal, el hecho de que freír en el aceite de oliva es una contribución importante de los ácidos grasos monoinsaturados a su composición.

Los torresnos también se pueden encontrar en el mercado, en ese caso, se agregan algunos aditivos para su preservación.

Estudio 2024. El año se realizó en la muestra de hermanas Klarisas de Soria con una intervención de aproximadamente 3 meses. El documento comparó el consumo de dietas altas de fibra y ácidos grasos monoinsaturados, incluidos Torreznos, frente a la dieta de control, que incluía Torres sin contribuciones de fibra.

Los resultados mostraron una mejora de los perfiles de lípidos (reduciendo el colesterol total, LDL y triglicéridos y un aumento de HDL) en ambos grupos, pero fue mucho más pronunciado en el grupo consumido por Torres. Además, hubo una reducción en la presión arterial y los parámetros antropométricos, como el alcance de la cintura en ese grupo.

¿Son estos resultados suficientes para confirmar que Torreznos puede ser parte de una dieta saludable? No precisamente. La interpretación de los hallazgos en el contexto es esencial.

El Torres en el contexto de una dieta saludable

Primero, el estudio se realizó en 40 mujeres entre 18 y 90 años, por lo que los resultados no podrían ser Gales para toda la población o generalizar para todas las edades. Estudios adicionales deberían, con criterios estrictos para incluir y muchas poblaciones, edad y sexo diferenciados, para que puedan sacar conclusiones más fuertes y aplicables a la población general.

En segundo lugar, según las últimas recomendaciones de la Agencia de Seguridad Alimentaria Española (AESAN), el consumo de carne flaca es opcional y puede estar presente entre 0 y 3 partes por semana (100-125 g), lo que limita la carne procesada con su contenido en grasas y sal saturadas. Torresnos tiene un nivel de proteína que puede ser similar a otros productos cárnicos como la pechuga de pollo. Sin embargo, su contenido de alta grasa, incluso si Mononedatize, no permitiría un consumo más que ocasional en este grupo de alimentos.

En el estudio realizado con frío, el consumo fue de 150 gramos de Torrez, dos veces por semana, que abarca de las recomendaciones de alimentos hechas por Aesan. Además, siempre debe ser seguido por las verduras, lo que aumenta la contribución a las fibras en la entrada y puede afectar la digestión y la absorción de digestión.

Y finalmente, tercero, la fritura es una técnica culinaria cuyo consumo no se recomienda regularmente. Ciertamente, freír en el aceite de oliva podría permitir algunos torrores compuestos bioactivos interesantes. Sin embargo, apagaría el uso de otros aceites vegetales que podrían ser más baratos, pero no favorecería el perfil de alimentos lipídicos, como el uso de aceite de oliva.

Entonces, si Torresnos está apagado?

El estado de salud de la persona puede marcar la conveniencia de la inclusión de torsión en el patrón de alimentos habitual. No podemos concluir que este producto se comporta como una comida de carne semanal (pollo, pavo), considerando el grupo saludable para los alimentos, sin tener en cuenta la actividad física de una persona y la presencia de patologías que requieren cambios en los alimentos.

Al evaluar la ingesta de grasas, es importante considerar la forma de nutrición global. Por ejemplo, la dieta mediterránea tiene una ingesta significativa de grasas sin mononas, más eficiente en la prevención de la mortalidad cardiovascular y las enfermedades coronarias de la dieta baja en grasas y colesterol.

Por otro lado, hay patrones de alimentos que tienen prioridad a una gran ingesta de grasas y proteínas, como la nutrición cetógena, en la que el consumo de carbohidratos es muy pequeño. Ciertamente, este patrón de alimentos ha mostrado un potencial terapéutico para diversas enfermedades, incluida la epilepsia, la obesidad y ciertos tipos de cáncer, aunque sus posibles mecanismos de acción aún no se aclaran.

Sin embargo, al mismo tiempo, la dieta gruesa, también se identificó como una de las principales causas de obesidad y como un posible factor de riesgo para el cáncer de mama. A cambio, el exceso de energía, especialmente derivado de un niño grueso, puede afectar negativamente la función cognitiva. Esto se debe a un aumento en el estrés oxidativo relacionado con la producción excesiva de ácidos grasos libres circulantes e inflamación sistémica. Sin embargo, estos resultados no les permiten confirmar que la alta dieta en la grasa causa trastornos cognitivos.

El efecto de Torres en el apetito

Derivado de lo anterior, debe tener en cuenta que el tipo de grasa involucrado en la nutrición (saturada / insaturada) puede afectar las hormonas del apetito. La grilla (hambre hormonal) reduce más grasas sin mononas que polilinesaturadas, mientras que el inhibidor del estómago del polipéptido (GIP) (hormona saturada) aumenta su efecto. Dado que los torres fritos en aceite de oliva aumentaron su contenido en ácidos grasos monoinsaturados, sería interesante conocer sus efectos sobre la sensación de saciedad después del consumo.

En resumen, Torren puede participar de manera moderada en el contexto de la dieta mediterránea, seguido de una ingesta de fibra adecuada y cada vez que se reemplazan otras fuentes de proteínas. Sin embargo, su influencia en la agencia dependerá del estado de salud de cada persona y debe valorarse individualmente, evitando las recomendaciones de población extrapolar que pueden no ser adecuadas para todos.


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