World Obesity Atlas 2025. Año, recientemente publicó una Federación Mundial Obesa a través de su observación de obesidad global, representa un panorama alarmante.
Según las proyecciones, hasta 2030. años, alrededor de 3 mil millones de adultos vivirán un peso o obesidad excesivos, que es aproximadamente el 50% de la población adulta del mundo. Este aumento no es solo un problema de salud, sino también un desafío económico y social que amenaza el colapso de los sistemas de salud e influye en la productividad global.
Datos epidémicos
Según los informes, los países más afectados por la obesidad en adultos es la samoa estadounidense (con proyección al 77%), Nauru y Tokelau (y 72%). Valores más bajos, pero aún preocupantes, Estados Unidos (44%), México (30%) o España (15%). Estas cifras pueden explicarse por una combinación de factores, que incluyen niños poco saludables, acceso limitado a alimentos frescos y saludables y todos los estilos de vida sentados.
A medida que la crisis de obesidad se expande, para que realice sus consecuencias en la salud pública. Esta es la determinación de factores para enfermedades incomemables (EV), incluidas enfermedades cardiovasculares, diabetes tipo 2 y algunos tipos de cáncer. Los datos del informe reflejan que 1,6 millones de muertes tempranas están asociadas con un alto índice de masa corporal (IMC), que es equivalente al 15% de todas las muertes tempranas ET.
Además, la carga de patologías relacionadas crece en países medianos, especialmente en América Latina, el sudeste asiático y el Pacífico occidental. En estas regiones, los precios de las experiencias de aumento rápido, que crean presión sobre los sistemas de salud que ya son frágiles.
Playa de la obesidad desde la infancia
Uno de los aspectos más casados de esta crisis de salud global es una tendencia creciente de obesidad infantil, con datos alarmantes: por ejemplo, en los Estados Unidos, experimentó el 19.7% de los niños y adolescentes; En México, 30%; Y en España, 18.6%.
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Mientras que antes se consideraba un problema exclusivo de los países ricos, ahora aumenta en regiones medianas y bajas de ingresos. Cambios en los hábitos alimenticios, el mayor consumo de productos ultraproxeno y la reducción de la actividad física ha contribuido a más alto y los adolescentes excedieron u obesos desde la edad temprana.
Esto no solo aumenta el riesgo de la edad adulta crónica en la edad adulta, sino que también afecta la salud mental y la calidad de vida de los menores.
Enormes costos económicos
El informe sobre el impacto económico de esta patología, preparado el mismo observatorio, evalúa que los costos acumulados a nivel mundial estarán entre el 3 y el 4% del PIB anual, si no se realizan medidas significativas.
Esta carga proviene de varios factores, como el aumento del consumo de salud relacionado con el tratamiento de enfermedades relacionadas con la obesidad, la pérdida de productividad laboral debido a la discapacidad prematura y la muerte y los costos indirectos como la educación y el estado social.
Además, la obesidad interfiere con la capacidad de los países para lograr sus objetivos de desarrollo sostenible, ya que limita un enfoque de salud justo y reduce el potencial de crecimiento económico.
Los países de ingresos medianos y altos afectarán más el impacto económico, con América del Norte, Europa y algunas economías que conducen a costos sociales y de salud asociados.
Sin embargo, los más pobres también ven el aumento de la tasa de obesidad, sin contar los recursos necesarios para enfrentar el problema. En estos países, la acumulación excesiva de grasas coexiste con desnutrición, lo que exacerba la crisis pública y dificulta la implementación de soluciones efectivas.
A pesar de la creciente crisis, muchos sistemas de salud no están listos para garantizar un tratamiento adecuado. Según el análisis de 68 países, la mayoría de ellos carecen de servicios adecuados.
Los principales obstáculos incluyen la falta de programas de tratamiento accesibles y de calidad, la ausencia de políticas médicas, el déficit de capacitación en los profesionales de la salud para abordar la obesidad como una enfermedad crónica y la estigmatización de las personas afectadas en el sistema de salud.
Solo 13 países tienen sistemas de salud con capacidad suficiente para tratar de manera efectiva la obesidad, mientras que el resto tiene una preparación mínima o cero. Esto proporciona un problema y aumenta el riesgo de complicaciones de salud a largo plazo en la mayoría de los mundos. En muchos casos, los pacientes deben cubrir sus propios costos de tratamiento, lo que limita el acceso a aquellos que no pueden pagar atención especializada.
¡Soluciones ahora!
La evidencia presentada en Atlas refuerza la necesidad de acciones inminentes. La falta de políticas preventivas, un enfoque bajo para los tratamientos médicos y la estigmatización adecuados siguen siendo barreras importantes. Sin un cambio estructural en la forma en que los sistemas de salud y los gobiernos se relacionan con la obesidad, el problema continuará aumentando las devastadoras consecuencias para la salud pública y la economía global.
Es esencial lanzar políticas que regulen la publicidad de alimentos ultra cambiantes destinados a los niños, promuevan entornos urbanos que promueven la actividad física y fomentan el acceso a alimentos saludables a precios asequibles. También debe recibir la capacitación necesaria para ofrecer exhaustiva y exhibición.
En resumen, la solución requiere el compromiso global y la adopción de estrategias efectivas relacionadas con la obesidad para prevenir el tratamiento, asegurando que nadie quede detrás de esta creciente epidemia.
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