Para comprender y gestionar mejor los incendios forestales, debemos observar el panorama

REDACCION USA TODAY ESPAÑOL
7 Lectura mínima

En los últimos años, los incendios forestales se han vuelto más generalizados, más frecuentes y más graves en muchas partes del mundo. Los veranos son más calurosos, las sequías son más prolongadas y los incendios forestales que hace décadas eran excepcionales ahora son algo común.

Según el Sistema Europeo de Información sobre Incendios Forestales, en agosto de 2025 se quemaron más de 540.000 hectáreas en la Península Ibérica, la cifra más alta jamás registrada.

Paisajes ricos en combustible

Cuando se pregunta si el cambio climático está detrás de ellos, la respuesta no es sencilla. Sin duda, el cambio climático alarga las estaciones de riesgo y crea condiciones más favorables para la ocurrencia de incendios, pero no es la única causa. Los incendios forestales también dependen de la fuente de ignición, del terreno y de la vegetación que los alimenta.

Para comprender los incendios actuales, también debemos mirar el paisaje que hemos construido.

Desde el siglo XIX, se han extendido por toda Europa varios grandes programas de plantaciones destinados a la producción de madera, la protección del suelo o el desarrollo económico. En España se han plantado más de 5 millones de hectáreas, en su mayoría con especies de pino, un legado que ha marcado profundamente el paisaje actual.

Con el tiempo, el abandono rural ha aumentado la cantidad y la continuidad de la biomasa, creando paisajes ricos en combustibles que ahora son muy vulnerables a los incendios. Pero, ¿cómo afectan los diferentes tipos de combustible a la gravedad y la recuperación del incendio? ¿Puede la gestión reducir el impacto de los incendios en paisajes dominados por plantaciones?

Lea también: Incendios forestales: no todo cambio climático

Lecciones aprendidas de los incendios en España

Nuestro equipo estudió tres grandes incendios en España (Sierra Bermeja, La Culebra y Las Hurdes, ocurridos entre 2021 y 2023) y comprobó que las plantaciones de pino ardían con mayor intensidad que los robledales, los bosques mixtos o los matorrales. Además, estos tres últimos tipos de vegetación mostraron claros signos de recuperación al cabo de un año, mientras que las plantaciones permanecieron prácticamente desiertas.

Un año después del incendio, el paisaje de las zonas boscosas no se parecía al ecosistema original, pero tampoco a una plantación en funcionamiento. También notamos que las plantaciones pueden amenazar a sus vecinos. En tres incendios, la intensidad del fuego en la vegetación circundante fue mayor cuanto más cerca se encontraban de las plantaciones mencionadas.

Sin embargo, no todas las plantaciones ardieron por igual. Descubrimos un umbral de unos 440 pinos por hectárea: por encima de esa densidad, la intensidad de los incendios se dispara. En cambio, en aquellas plantaciones donde se gestionó la densidad de árboles y arbustos, las consecuencias del incendio fueron mucho menos graves.

Estas observaciones son una buena noticia, porque significan que la gestión de estas plantaciones puede marcar la diferencia. Prácticas como el raleo, la poda o la tala selectiva reducen la carga y la continuidad del combustible, y han sido efectivas para reducir los impactos del fuego en esas áreas. Pasar de una plantación abandonada a una plantación gestionada puede marcar la diferencia entre un incendio que se puede apagar o un incendio extremadamente difícil de gestionar.

Y liras también: estrategias de gestión forestal para adaptar los paisajes a un mundo más cálido y propenso a los incendios

Promover un paisaje más diverso y menos inflamable.

En el pasado, las plantaciones de pinos desempeñaron un papel clave en la economía europea y dieron forma a gran parte del paisaje que vemos hoy. Cierta reforestación ayudó a frenar la pérdida de tierras después de décadas de sobreexplotación, y los salarios provenientes de la silvicultura permitieron a muchas familias vivir con dignidad en la economía de posguerra.

Sin embargo, en un contexto en el que las condiciones climáticas se están volviendo más severas, estas plantaciones corren el riesgo de convertirse en focos de grandes incendios.

Paisaje en Sierra Bermeja (Málaga) a un año del incendio en 2021. Juli G. Pausa

Los resultados de nuestra investigación muestran que no toda la vegetación arde de la misma manera, sino que el tipo, densidad y combinación de combustible determinan las consecuencias del fuego sobre el ecosistema y su capacidad de recuperación. Este hallazgo es importante: implica que las grandes inversiones en gestión forestal ya no son opcionales.

Necesitamos dejar de centrarnos en apagar los incendios cuando ocurren y empezar a centrarnos en reducir la vulnerabilidad del territorio antes de que comience el incendio.

Promover un paisaje más diverso y menos inflamable, así como mantener las plantaciones bajo gestión activa, es una estrategia realista y eficaz. Las medidas incluidas no sólo brindan beneficios a corto plazo, sino que también fortalecen los planes regionales de prevención y adaptación a incendios. Además, complementan, pero no reemplazan, las estrategias globales destinadas a mitigar el cambio climático.

Si bien su implementación implica altos costos y desafíos logísticos, también ofrece oportunidades para promover una industria forestal más sostenible, mitigar las consecuencias del abandono rural y promover paisajes donde las plantaciones sean parte del equilibrio entre la productividad económica y la preservación de los ecosistemas.

En un mundo cada vez más caluroso y propenso a los incendios, plantar árboles como estrategia de mitigación del cambio climático conlleva riesgos importantes. Sin embargo, a diferencia del clima o la topografía, el combustible está bajo nuestro control.

Repensar qué especies, dónde y cómo las plantamos y, sobre todo, qué les pasa después, es una condición imprescindible para construir paisajes más resistentes al fuego y, en definitiva, para aprender a convivir con él.


Descubre más desde USA Today

Suscríbete y recibe las últimas entradas en tu correo electrónico.

Comparte este artículo
Deja un comentario

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

es_ESSpanish

Descubre más desde USA Today

Suscríbete ahora para seguir leyendo y obtener acceso al archivo completo.

Seguir leyendo