Perfecta para quienes disfrutan del vino, la fruta y las bebidas refrescantes, la sangría se ha convertido en la opción favorita en las celebraciones dominicanas. Aunque sus orígenes se remontan a España y Portugal, en República Dominicana esta bebida ha sido reinterpretada y adaptada a los gustos locales.
Cada 20 de diciembre se celebra el Día Mundial de la Sangría, una ocasión ideal para resaltar cómo este clásico europeo ha encontrado su propia identidad en el Caribe.
“La sangría dominicana es nuestra propia versión, inspirada en España, pero adaptada a nuestro gusto. Mientras que la sangría tradicional suele ser seca y más equilibrada, aquí se prefiere una más aromática, afrutada y ligeramente más dulce, pensada para beber fría durante las horas de conversación”, explica Edily Sánchez, licenciada en turismo y administración hotelera y bartender.
¿Qué lo hace diferente?
Sánchez explicó que la versión dominicana incluye varios toques locales que la distinguen, entre ellos:
Mayor presencia de frutas tropicales como piña, sandía y, en algunos casos, mango. Uso de jugos naturales, además del vino. Un toque de ron u otras bebidas espirituosas locales, no solo brandy. Más dulzura y mucho hielo, ideal para el clima caribeño.
“Estos elementos la convierten en una bebida refrescante y más accesible, incluso para quienes no beben vino”, dijo.
Una bebida hecha para compartir
La sangría es una bebida dulce y refrescante. Fuente externa
El experto asegura que la sangría encaja perfectamente en la cultura dominicana porque es, en esencia, una bebida social.
“Se sirve en jarras, se prepara en grandes cantidades y sigue perfectamente la dinámica dominicana de conversar, picar, reír y socializar juntos. No impone formalidades, invita a quedarse”, afirmó.
Por ello, es habitual encontrarlo en fiestas de cumpleaños, reuniones familiares, bodas, actos empresariales y celebraciones informales en el hogar.
“Esto dice mucho de nuestra forma de celebrar: preferimos bebidas que no sean agresivas, que permitan disfrutar sin prisas y que unan a personas de diferentes gustos”, añadió Sánchez, quien también es creador de la marca Swing Cremoso bi Edili.
¿Ha suplantado a las bebidas tradicionales?
La sangría también se sirve en la garrafa y es perfecta para compartir.
La respuesta es no. Según el especialista, la sangría no sustituye al ron, que sigue siendo protagonista en muchas fiestas, sino que convive con él como una opción más ligera, versátil y elegante.
“La sangría ha encontrado su lugar como una opción más ligera, elegante y versátil, ideal para públicos mixtos y eventos largos”, concluyó Sánchez.
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