Si la evolución es real, ¿por qué no está sucediendo ahora? – Dee, Memphis, Tennessee
Mucha gente cree que los humanos hemos conquistado la naturaleza gracias a las maravillas de la civilización y la tecnología. Algunos también creen que debido a que somos diferentes de otras criaturas, tenemos el control total de nuestro destino y no tenemos necesidad de evolucionar. Aunque mucha gente crea esto, no es cierto.
Al igual que otros seres vivos, los humanos estamos moldeados por la evolución. Con el tiempo, hemos desarrollado (y seguimos desarrollando) rasgos que nos ayudan a sobrevivir y prosperar en los entornos en los que vivimos.
Soy antropólogo. Estudio cómo las personas se adaptan a diferentes entornos. La adaptación es una parte importante de la evolución. Las adaptaciones son rasgos que le dan a alguien una ventaja en su entorno. Las personas con esos rasgos tienen más posibilidades de sobrevivir y transmitirlos a sus hijos. A lo largo de muchas generaciones, esos rasgos se generalizan en la población.
El papel de la cultura.
Los humanos tenemos dos manos que nos ayudan a utilizar hábilmente herramientas y otros objetos. Podemos caminar y correr sobre dos piernas, lo que libera nuestras manos para estas tareas especializadas. Y tenemos un cerebro grande que nos permite pensar, crear ideas y vivir exitosamente con otras personas en grupos sociales.
Todos estos rasgos ayudaron a las personas a desarrollar la cultura. La cultura incluye todas nuestras ideas y creencias y nuestras capacidades para planificar y pensar sobre el presente y el futuro. También incluye nuestra capacidad de cambiar nuestro entorno, por ejemplo, fabricando herramientas y cultivando alimentos.
Aunque los humanos hemos cambiado nuestro entorno de muchas maneras durante los últimos miles de años, la evolución todavía nos ha cambiado. No hemos dejado de evolucionar, pero actualmente estamos evolucionando de manera diferente a nuestros ancestros. Nuestro entorno a menudo se ve modificado por nuestra cultura.
Generalmente pensamos en el medio ambiente como el clima, las plantas y los animales de un lugar. Pero el medio ambiente incluye los alimentos que comemos y las enfermedades infecciosas a las que estamos expuestos.
Una parte muy importante del medio ambiente es el clima y las condiciones en las que podemos vivir. Nuestra cultura nos ayuda a cambiar nuestra exposición al clima. Por ejemplo, construimos casas y les ponemos calderas y aparatos de aire acondicionado. Pero la cultura no nos protege completamente del calor, el frío y los rayos del sol extremos.

El pueblo Turkana de Kenia ha evolucionado para sobrevivir con menos agua que otros pueblos, lo que les ayuda a vivir en un entorno desértico. Tony Karumba/AFP vía Getty Images
A continuación se muestran algunos ejemplos de cómo los humanos han evolucionado durante los últimos 10.000 años y cómo seguimos evolucionando hoy.
El poder de los rayos del sol.
Si bien los rayos del sol son importantes para la vida en nuestro planeta, los rayos ultravioleta pueden dañar la piel humana. Aquellos de nosotros con piel pálida corremos el riesgo de sufrir quemaduras solares graves y tipos igualmente peligrosos de cáncer de piel. Por el contrario, aquellos de nosotros que tenemos mucho pigmento en la piel, llamado melanina, tenemos cierta protección contra los dañinos rayos ultravioleta del sol.
Las personas de piel oscura en los trópicos tienen más probabilidades de prosperar bajo la luz solar intensa y frecuente. Sin embargo, cuando los antiguos se mudaron a lugares nublados y más frescos, la piel oscura no era necesaria. La piel oscura en las zonas turbias bloqueó la producción de vitamina D en la piel, necesaria para el crecimiento óseo normal en niños y adultos.
La cantidad de pigmento melanina en nuestra piel está controlada por nuestros genes. De esta manera, la evolución humana está impulsada por el entorno (soleado o nublado) en diferentes partes del mundo.
la comida que comemos
Hace diez mil años, nuestros ancestros humanos comenzaron a domesticar o domesticar animales como el ganado vacuno y las cabras para comer su carne. Luego, unos 2000 años después, aprendieron a ordeñar vacas y cabras para obtener este rico alimento. Desafortunadamente, como la mayoría de los mamíferos de la época, los humanos adultos no podían digerir la leche sin sentirse enfermos. Sin embargo, algunas personas podían digerir la leche porque tenían genes que les permitían hacerlo.
La leche era una fuente de alimento tan importante en estas sociedades que las personas que podían digerirla podían sobrevivir mejor y tener muchos hijos. Entonces, los genes que les permitían digerir la leche aumentaron en la población hasta que casi todos pudieron beber leche en la edad adulta.
Este proceso, que ocurrió y se extendió hace miles de años, es un ejemplo de lo que se llama coevolución cultural y biológica. La práctica cultural de ordeñar animales provocó estos cambios genéticos o biológicos.
Otras personas, como los inuit de Groenlandia, tienen genes que les permiten digerir grasas sin sufrir enfermedades cardíacas. El pueblo Turkana pastorea ganado en Kenia, en una zona muy seca de África. Tienen un gen que les permite no beber mucha agua durante mucho tiempo. Esta práctica causaría daño renal en otras personas porque los riñones regulan el agua en el cuerpo.
Estos ejemplos muestran cómo la extraordinaria variedad de alimentos que come la gente en todo el mundo puede influir en la evolución.

Estas bacterias provocaron una pandemia devastadora hace casi 700 años que provocó que los humanos desarrollaran resistencia a ellas. Image Point FR/NIH/NIAID/BSIP/Universal Images Group vía Getty Images Enfermedades que nos amenazan
Como todos los seres vivos, los humanos hemos estado expuestos a muchas enfermedades infecciosas. Durante el siglo XIV, una enfermedad mortal llamada peste bubónica azotó y se extendió rápidamente por Europa y Asia. Mató aproximadamente a un tercio de la población de Europa. Muchos de los que sobrevivieron tenían un gen específico que les daba resistencia a la enfermedad. Esas personas y sus descendientes sobrevivieron mejor a las epidemias que siguieron durante varios siglos.
Algunas enfermedades aparecieron recientemente. Por ejemplo, la COVID-19 arrasó el mundo en 2020. Las vacunas han salvado muchas vidas. Algunas personas tienen una resistencia natural al virus basada en sus genes. Es posible que la evolución aumente esta resistencia en la población y ayude a las personas a combatir futuros brotes del virus.
Como seres humanos, estamos expuestos a diversos entornos cambiantes. Y así, la evolución en muchas poblaciones humanas continúa a través de las generaciones, incluso ahora.
Y como la curiosidad no tiene límite de edad, adultos, cuéntanos también qué te estás preguntando. No podremos responder todas las preguntas, pero haremos nuestro mejor esfuerzo.
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