Una explosión en cadena podría crear el primer superkylon observado en el espacio

REDACCION USA TODAY ESPAÑOL
6 Lectura mínima

Los fenómenos más extremos del universo ofrecen un laboratorio natural donde se prueban las leyes de la física y nuevas teorías en condiciones que serían imposibles de reproducir en la Tierra. En los últimos años, la combinación de detectores de ondas gravitacionales y telescopios ha permitido observar fenómenos cada vez más raros y violentos, como la fusión de agujeros negros o estrellas de neutrones.

En agosto de 2025, una señal registrada por LIGO y Virgo y una explosión observada por telescopios terrestres llamaron la atención de la comunidad científica. Lo que comenzó como una nueva candidata a kilonova terminó desafiando las clasificaciones tradicionales y planteando la posibilidad de un fenómeno completamente nuevo: los superkilones.

¿Qué es una kilonova?

Una kilonova es un fenómeno astrofísico extremadamente energético que consiste en la fusión de dos estrellas de neutrones pertenecientes a un mismo sistema binario. Durante este proceso se libera una intensa señal electromagnética, provocada por la formación y posterior descomposición de elementos químicos pesados. Esto convierte a las kilonovas en una de las principales fuentes de metales pesados, como el oro o el platino, en el universo.

Estas fusiones también son fuente de ondas gravitacionales y estallidos de rayos gamma.

En 2017, los detectores LIGO y Virgo obtuvieron la primera evidencia experimental de uno de estos eventos, GV170817, detectado tanto a través de ondas gravitacionales como de telescopios electromagnéticos convencionales. Este descubrimiento marcó un punto de inflexión histórico y abrió la puerta a la astrofísica multimensajeros, una nueva forma de estudiar el cosmos mediante la combinación de señales cósmicas de diferente naturaleza.

Las ondas gravitacionales indican un candidato.

El 18 de agosto de 2025, los interferómetros LIGO y Virgo registraron una señal de onda gravitacional (S250818k) compatible con la fusión de dos objetos compactos. Al menos uno de ellos tenía una masa inusualmente baja para una estrella de neutrones.

Unas horas más tarde, el proyecto Zwicki Transient Facility (ZTF) identificó una fuente de luz roja de corta duración, llamada AT2025ulz, en la misma parte del cielo. Esta emisión es compatible con la luz característica producida por la kilonova debido a la desintegración de iones pesados, como se observó en el evento GV170817 en 2017.

Durante los tres primeros días, el comportamiento lumínico y la evolución de AT2025ulz fueron compatibles con lo que se espera de una kilonova.

Sin embargo, después de ese período inicial, las emisiones de la instalación cambiaron inesperadamente. La luz emitida se volvió azul, mostrando características espectrales mucho más propias de una supernova que de una kilonova.

¿Kilonova, supernova o superkilonova?

Las observaciones de S250818k y AT2025ulz presentan un doble desafío fascinante para la astrofísica actual. Por un lado, la señal de onda gravitacional de S250818k sugiere que al menos uno de los dos objetos del binario fusionado tiene una masa particularmente baja, inferior a la típica de las estrellas de neutrones conocidas. Los modelos de evolución estelar predicen que estas estrellas tienen una masa cercana a la del Sol, lo que hace muy difícil explicar la existencia de objetos tan luminosos.

Por otro lado, la emisión electromagnética asociada al evento comenzó a mostrar el comportamiento esperado de una kilonova, pero al cabo de unos días empezó a tener características claramente similares a las de una supernova.

La superkilonova como posibilidad

Para resolver estas contradicciones, los autores del estudio, publicado en The Astrophysical Journal Letters, proponen un escenario hasta ahora desconocido: la superkilonova.

En este modelo, la explosión de una estrella masiva se produce en forma de supernova convencional. Ahora, durante el colapso, en condiciones extremas de rotación y densidad, el núcleo de la estrella o el disco de material que la rodea podría fragmentarse, dando lugar a dos estrellas de neutrones más ligeras de lo normal. Estas estrellas de neutrones pronto se fusionarían, produciendo una señal de ondas gravitacionales y electromagnéticas características de la desintegración de elementos pesados, típica de una kilonova. Todo ello inmerso en la señal de la propia supernova inicial.

El resultado sería un evento híbrido, capaz de explicar por qué AT2025ulz exhibe una transición tan marcada entre ambos comportamientos.

Un nuevo origen de las estrellas de neutrones

La posible existencia de un superkylon tendría profundas implicaciones. Esto confirmaría una nueva vía de formación de estrellas de neutrones, lo que obligaría a revisar los modelos actuales en cuanto a sus características y orígenes. Además, ampliaría la gama de fuentes de ondas gravitacionales y demostraría que las señales de múltiples mensajeros pueden ocultar fenómenos mucho más complejos de lo que sugiere la astrofísica tradicional.

Aunque aún no se puede descartar una coincidencia casual entre la señal gravitacional y la supernova observada, este evento muestra el enorme potencial del enfoque de múltiples mensajeros para revelar procesos sin precedentes y nos recuerda que el universo todavía es capaz de sorprendernos.


Descubre más desde USA Today

Suscríbete y recibe las últimas entradas en tu correo electrónico.

Comparte este artículo
Deja un comentario

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

es_ESSpanish

Descubre más desde USA Today

Suscríbete ahora para seguir leyendo y obtener acceso al archivo completo.

Seguir leyendo