Maxim Kabaku/Shutterstock
¿Imagina poder comprar un medicamento en línea y recibirlo en su casa por correo? Bueno, hay una opción. Y no sólo uno, sino cientos. Se trata de las llamadas nuevas sustancias psicoactivas (NSP) y su presencia sigue creciendo.
Estas sustancias fueron creadas con un objetivo muy claro: imitar los efectos de otras drogas más conocidas, como el cannabis, la cocaína, el éxtasis (MDMA) o el LSD, pero modificando ligeramente su estructura química para eludir las leyes existentes. Ser “legal” puede dar una falsa sensación de seguridad, pero nada más lejos de la verdad: se trata de sustancias poco investigadas y sobre las cuales se desconoce en gran medida la información sobre su seguridad. Este fenómeno es difícil de controlar porque cambia constantemente: cuando uno se prohíbe, varias sustancias nuevas ya están listas para sustituirlo.
El narcotráfico se digitaliza
Comprar drogas controladas generalmente significa conocer a alguien en el vecindario que las tiene y las vende, es decir, “traficar” y exponerse tanto a problemas legales como a situaciones de riesgo. Si bien hay formas de ponerlos en línea de una manera más anónima y segura, es necesario saber cómo acceder a la Internet profunda o la Deep Web y manejar las criptomonedas.
Sin embargo, con NPS la cosa cambia. Como no son ilegales, cualquiera puede comprarlos fácilmente en línea. Lo único que necesitas es una tarjeta de crédito y una dirección, como cualquier otro producto, y te lo envían a casa. Para ello se utilizan servicios postales o sistemas logísticos internacionales. El etiquetado imprime la advertencia “no para consumo humano” o algo mundano como “sales de baño”.
Sales de baño
La cocaína, la anfetamina y la MDMA compiten actualmente con un grupo de sustancias que las imitan: las llamadas catinonas sintéticas o “sales de baño”. Son los estimulantes modernos más populares en España y han llegado para quedarse.
Dentro de esta familia, la más popular es la mefedrona, que comenzó a venderse online en 2007 como MDMA legal. Sus efectos eufóricos, mayor aprecio por la música, empatía y suave estimulación sexual lo han hecho popular en las fiestas. Además, la duración de su efecto es más corta, lo que conlleva a un consumo repetido durante la misma sesión, aumentando los riesgos. Después de la prohibición, la tasa de aparición de nuevas catinonas que cubrían su nicho de mercado fue elevada.
festival de drogas
¿Qué pasó hace un año en el Primavera Sound de Barcelona? Con la llegada del buen tiempo suelen surgir los festivales de música. Y no es raro que, además de alcohol y tabaco, los asistentes también pidan snacks para “mejorar la experiencia”. Las más habituales en estos contextos suelen ser la MDMA. Desafortunadamente, en un mercado no regulado como el de las drogas ilegales, estas pastillas no tienen el mismo control de calidad que las drogas o medicamentos legales. Esto hace que hacer trampa en la cantidad o composición de las drogas sea una práctica generalizada en el tráfico de drogas para reducir costos, mejorar los efectos o evitar consecuencias legales.
En este contexto, los nuevos medicamentos resultan muy atractivos: son más baratos, más fáciles de conseguir y, en muchos casos, todavía “legales”. Esto los convierte en una opción de reemplazo ideal para sustancias tradicionales muy buscadas como la MDMA. De esta manera, cuando un medicamento popular tiene fallas, se utilizan nuevos medicamentos para hacer el ridículo.
Sucedió el año pasado en el Primavera Sound de Barcelona, uno de los festivales más importantes de España. La pastilla cuadrada rosa se vendió como MDMA. Pero cuando se probó en el servicio estacionario de Energy Control, se descubrió que contenía clefedrona, un imitador sintético de la catinona. Esto significa que un nuevo fármaco podría utilizarse sin conocimiento, aumentando el riesgo para la salud.
Más allá del tabú: hablar de medicamentos que salvan vidas
El consumo de estimulantes crece cada año y con él su producción. De esta forma las catinonas se consolidaron en el mercado para satisfacer la creciente demanda mundial que era cada vez mayor.
Alrededor de 73 millones de personas en el mundo consumieron anfetaminas, cocaína o éxtasis en 2022. Esto demuestra que el debate sobre un mundo “con o sin drogas” está obsoleto: el consumo es una realidad establecida.
Cuando hablamos de los peligros de las drogas, normalmente sólo pensamos en la adicción. Sin embargo, la realidad es mucho más amplia. Incluso si no nos volvemos adictos, el consumo puede afectar nuestra salud física y mental, afectar el trabajo o estudio, afectar las relaciones personales y las finanzas, entre otros problemas.
La forma más segura de evitar los riesgos del consumo de drogas es no consumirlas. Pero si decides asumirlos, es fundamental que conozcas los riesgos y tengas información sobre cómo minimizarlos, porque nadie sale a una fiesta pensando que va a acabar en urgencias. La información salva vidas.
La paradoja de la prohibición
Las políticas basadas únicamente en la prohibición no logran reducir el consumo, el tráfico o los daños asociados. De hecho, pueden tener el efecto contrario: favorecen la aparición de nuevas sustancias diseñadas para eludir la ley, pero de las que sabemos aún menos. Esto aumenta los riesgos para la salud de quienes los consumen.
Por eso, es necesario romper el tabú y hablar de drogas. No se trata de promover su consumo, sino de reconocer la realidad y apostar por estrategias basadas en la prevención, reducción de daños y, en algunos casos, regulación de determinadas sustancias sobre las que ya existe un sólido conocimiento científico y médico.
![]()
Martal D. Pazos recibe financiación a través de una beca de doctorado concedida por la Generalitat de Cataluña (AGAUR), 2023 FISDU 00182. Desde 2022 es voluntario en el programa Energi Control para la reducción del riesgo en el consumo de drogas recreativas de la organización sin ánimo de lucro ABD – Asociaion Detroit.
David Pubil Sanchez no recibe remuneración, no consulta, posee acciones ni recibe financiamiento de ninguna empresa u organización que pueda beneficiarse de este artículo, y declara que no tiene afiliaciones relevantes distintas al puesto académico mencionado anteriormente.
Descubre más desde USA Today
Suscríbete y recibe las últimas entradas en tu correo electrónico.

